Carpe Diem
Manolo Victorio

El paso de costado

06 de Octubre de 2025

Manolo Victorio


Claudia Sheinbaum Pardo desenrolla para sí misma la significancia del «a Dios rogando y con el mazo dando».
En la vigencia atemporal de la «forma es fondo», envía per se un mensaje significativo a la nación que gobierna.
«Aquí mando yo», dice la presidenta que en el primer año de ejercicio sexenal oscila entre el 73 y el 78 por ciento de los sondeos de apoyo mandados a levantar por El Heraldo, El País y W Radio.
En la narrativa aun persiste el pegamento con el hacedor del nuevo humanismo mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
«Se han empeñado en separarnos, en que rompamos. Su objetivo no es otro más que el de acabar con el movimiento de Transformación, que nos dividamos. Pero eso no va a ocurrir, porque compartimos valores: honestidad, justicia y amor al pueblo de México».
En las formas no hay punto de quiebre.
En el fondo, recurre al apotegma «a Dios rogando y con el mazo dando» en la aplicación de medios y herramientas para alcanzar lo que se desea. El refrán enseña que la ayuda divina debe ir acompañada de la acción diligente del hombre. En política fáctica significa que el mérito al mesías de la cuarta transformación no se conculca en el discurso; pero sí aplica una purga a los apóstoles que dejó sembrados en este segundo sexenio magenta.
Los adversarios del cacique, enemigos diseñados por la propia propaganda para justificar el proceder del caudillo, no son los contrarios enquistados en el neoliberalismo iniciado con Miguel de la Madrid y finalizado con la gestión de Enrique Peña Nieto.
«Recordemos que, entre 1982 y el 2018, durante seis sexenios, 36 años, México vivió bajo la oscura noche del neoliberalismo. Quienes gobernaban no tenían convicciones más allá del dinero y el mercado. Gobernaban para unos cuantos, mientras millones quedaban en el abandono», recordó la presidenta en la plancha del zocalo capitalino.
Ahora los tigres de papel, los enemigos, encabezan ínsulas de poder dentro del Movimiento de Regeneración Nacional.
Hoy esos enemigos se resisten a inclinar la testuz ante la presidenta, engallados por la sombra protectora del caudillo.
En adaptación de la paradoja mexicana de los tiempos políticos en vigencia, la frase de Karl Marx relativa a que «el capitalismo lleva en sí el germen de su propia destrucción por su insaciable sed de plusvalía y de ganancia», la presidenta Sheinbaum les dijo este domingo desde el ombligo del país: «la honestidad no es la excepción, es la regla. Quien traiciona al pueblo enfrenta a la justicia».
En el fondo, el discurso dominical pareció remachar «el no somos iguales» porque una fría valla metálica separó a los insurrectos que no alcanzaron la gloria del apapacho publico como un indulto presidencial que no llegó: sino por el contrario, remachó el «atrás de la raya… (en este caso valla) que estoy trabajando» en la salvación de un proyecto político que desea transitar más allá de esta docena trágica.
Por eso, fue evidente en las formas, el soslayo, la discriminación selectiva, el mensaje del paso de costado con los actuales liderazgos y figuras de Morena, que fueron sembrados en la segunda fila para evitar desaguisados innecesarios donde la cumpleañera era la figura central.
Detrás de las y los gobernadores, que estaban en primera fila para presenciar el evento, estaban Adán Augusto López, coordinador de los senadores morenistas; Ricardo Monreal, líder del partido en la Cámara de Diputados; Luisa María Alcalde, presidenta nacional de Morena; y Andrés Manuel López Beltrán, secretario de Organización de Morena e hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador (Expansión Política), cronicaron los medios de comunicación en la comidilla política.
Además, también estuvo en segunda fila el coordinador de los senadores del Partido Verde, Manuel Velasco, otrora aliado imprescindible de Andrés Manuel López Obrador.
Se usa la expresión «atrás de la raya… (en este caso valla) …» cuando se pide a testigos o mirones no estorbar a quien requiere la atención de la gente. Y resulta que esta popular frase vino a la mente de algunos al ver cómo en el Zócalo, durante el Informe de la presidenta Claudia Sheinbaum, varios líderes morenistas y del Verde, entre ellos Andy López Beltrán, Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Luisa Alcalde, Alejandro Esquer y Manuel Velasco aparecieron en segunda o tercera fila, en una especie de corralito de metal puesto para la ocasión, y que compartieron con integrantes del gabinete ampliado. Y sí, ha coincidido con que son algunos de los que el pasado 9 de marzo, durante el mitin por los aranceles de Trump se distrajeron tomándose fotos y ni cuenta se dieron de que la Presidenta pasaba detrás de ellos. Esta vez, fuera del reflector, no tuvieron nada con qué distraerse ni forma alguna de estropear la centralidad que debe tener la mandataria en este tipo de eventos. Uf», refirió la columna Rozones publicada en La Razón.
El corralito de la ignominia fue un escarnio público, un mensaje mudo pero efectivo sobre la inutilidad política de compartir el poder.
«Al buen entendedor, pocas palabras», dice el refrán popular.
El periodista británico Alan Riding, dice en Proceso: Sheinbaum no podrá «matar políticamente» a su antecesor como en la tradición del PRI.
La introducción del trabajo periodístico de Proceso refiere que «a 40 años de su libro “Vecinos Distantes”, el periodista británico Alan Riding reflexiona sobre la situación política mexicana. En entrevista, advierte de la fragmentación de Morena, la debilidad de la oposición y el desafío de la presidenta para trazar su propia ruta, lejos de la sombra de AMLO».
La liturgia de la muerte política del aun dominante y poderoso antecesor no será a ojos vista.
Se dará en la gradualidad del transito del segundo año, más temprano que tarde, sostienen los opinocratas nacionales, quienes vaticinan que en enero próximo, una vez pasada la euforia de la ceremonia de las 12 uvas, la inquilina de Palacio Nacional dará un golpe en el escritorio, como dice el lugar común en la fraseología mexicana.
… del mismo costal.
Chapaleando en los podcasts de YouTube, asegura la creadora de contenido «Karlita La Santera» sostiene que AMLO es practicante de la religión yoruba.
Dice la youtuber que el ex presidente es hijo de Obatalá.
Sin embargo, Karlita dijo en el podcast «La verdad cuesta», que el tabasqueño no siguió las reglas de la religión yoruba.
https://youtu.be/4IgDUnWtnrA es la liga por si tiene curiosidad.
El desvío de los dictados de la religión yoruba, dice la influencer, terminará cobrando una factura de salud mental al expresidente, vaticina Karlita.
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… de otro costal.
Y en los traslapes de la agenda veracruzana, desde el Comité Directivo estatal del PAN se hizo un nuevo llamado al Congreso de Veracruz para que se evite encubrir a los entes que resultaron con observaciones de parte del Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) en la Cuenta Pública 2024.
Federico Salomón Molina, dirigente estatal del blanquiazul lanzó un exhorto a los legisladores para realizar el análisis correspondiente del documento que la semana pasada fue entregado por la auditora general, Delia González Cobos.
Según numeralia dada a conocer por la titular del ORFIS la semana pasada, la Cuenta Pública 2024 arrojó un presunto daño patrimonial de 2 mil 372 millones 867 mil 596.56 pesos.
Es presunto el desfalco aún.
Los directamente involucrados deberán acelerar la comprobación de gastos ante la advertencia lanzada a priori por el profesor que en Congreso no será tapadera en el manejo oscuro del dinero público.
Claro, el legislativo no tiene dientes.
Quien tiene la potestad de hincar los dientes de la ley a los ex funcionarios cuitlahuistas y alcaldes y alcaldesas que están por entregar la estafeta el próximo 31 de diciembre, es la Fiscalía General del Estado.
Veremos si la abogada Verónica Hernández Giadáns se reivindica.
columnacarpediem@gmail.com

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