Deudas de algunas CMAPS con CONAGUA, una verdadera “bomba de tiempo”. El caso de San Andrés Tuxtla
10 de Noviembre de 2025
Javier Moreno
Por Javier Moreno.
Toda deuda no saldada por los alcaldes salientes afecta principalmente a los ciudadanos, que son en los que repercuten estas acciones. Un caso que ya se ha visto antes es el de las deudas de diferentes comisiones municipales de agua potable y saneamiento (CMAPS) con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), que suelen “heredarle” a las nuevas administraciones.
Las principales consecuencias de esto son las siguientes:
Herencia de la deuda y acumulación de recargos: La deuda se transfiere automáticamente a la entidad municipal, ya que las obligaciones fiscales con Conagua son de la institución pública, no personales de los funcionarios salientes.
Retención de fondos federales: La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) puede intervenir para recuperar la deuda mediante la retención de participaciones federales o fondos como el Fondo para el Fortalecimiento de los Municipios (Fortamun). Esto reduce el presupuesto disponible para la comisión del agua, limitando recursos para mantenimiento de infraestructura o inversiones en sistemas de abastecimiento y saneamiento.
Pero por si esto fuera poco, si la deuda impide el pago oportuno de derechos, Conagua puede suspender o limitar concesiones para la extracción de agua o descargas de residuales hasta que se liquide. Esto afecta directamente el abastecimiento de agua potable y el manejo de saneamiento en el municipio, potencialmente causando interrupciones en el suministro o reducciones en volúmenes autorizados. Por último, uno de los programas más fuertes que desde el inicio de su administración anunció la presidenta Claudia Sheinbaum es precisamente el Plan Hídrico 2024-2030 que seguramente contempla beneficios para los municipios que cumplan con todos los requisitos, entre ellos el no tener deuda con Conagua.
Todo lo anteriormente expuesto viene a colación ya que ha comenzado a conocerse información que contiene el informe de resultados realizado por el Orfis llamado "Informes de fiscalización superior Cuenta pública 2024” y que en el caso de la que este órgano realizó a la CMAPS de San Andrés Tuxtla, Veracruz, deja manifiesto que la administración municipal actual de aquel municipio y la anterior a esta, generaron una deuda millonaria con la Conagua, derivada de los ejercicios de 2021 como parte de la administración que encabezó Octavio Pérez Garay y 2022 que corresponde a la de María Elena Solana Calzada. Ambos han sido omisos en hacer frente a estos compromisos de pago, lo que tiene al día de hoy prácticamente “quebrada” a la CMAPS de aquel municipio, situación que seguramente tendrá serias repercusiones en la administración que dará inicio el primero de enero del 2026.
Pero vale la pena analizar a fondo el citado documento, ya que no se necesita ser especialista en el tema para ver diferentes incongruencias, como el aumento considerable en la recaudación del servicio de agua potable entre el ejercicio de 2022 y el del 2024, situación que debería de suponer una comisión municipal de Agua potable y saneamiento más fuerte, más eficiente y con menor deuda, lo cual, al parecer, no sucedió. Así mismo, en el informe del ORFIS sobre esta Comisión Municipal, también se puede apreciar que entre 2022 y 2024 se incrementó en 19.1 % la nómina y en 48.7% sus costos operativos, los cuales no son el resultado de mayor contratación de personal, sino de mayor pago de “horas extras”, entre otros rubros que simplemente no cuadran.
Habrá que ver si el alcalde electo, Rafa Fararoni Magaña, acepta esta verdadera “bomba financiera” o si el gobierno Estatal terminará haciéndose cargo de este pasivo, así como los de otros municipios que presenten esta misma situación.



