Enfrentar la tragedia
24 de Octubre de 2025
Manolo Victorio
Carpe Diem
Manolo Victorio
Enfrentar la tragedia
El país se partió en dos mitades unidas por la tragedia, separadas por el cinismo barnizado de valemadrismo de la nueva clase política.
El derrotero de México transcurre en dos grandes pistas.
La primera es la desgracia que viven más de 85 mil familias que han perdido posesiones, bienes muebles y lo más grave; vidas de sus familiares más entrañables.
En la segunda pista se desarrolla un espectáculo deprimente, que mancha el principio de solidaridad humana que la sociedad civil exhibe desinteresadamente con los damnificados y banaliza al rango más primitivo, el ejercicio de la política como instrumento para buscar soluciones.
Y en este lado despreciable de la historia cotidiana, están los representantes del legislativo, esa fauna perniciosa y trepadora que no empatiza con la tragedia de los habitantes de Veracruz, Puebla, Hidalgo, Querétaro y San Luis Potosí.
En la primera pista, la realidad dolorosa que campea en el norte veracruzano y que estalla en reclamos de una ayuda que llega a cuenta gotas de acuerdo al termómetro de la tragedia que ven las familias que lo perdieron todo: bienes muebles e inmuebles, animales de corral, más de 3 mil cabezas de ganado que no aparecen, enseres domésticos, calles, caminos, puentes y una esperanza rota que se esparce en pequeños cristales que reflejan una casa arruinada, un papelería con estantes arrumbados por la fuerza del agua, una máquina de coser Singer sepultada en el lodo, una vaca que ya no está en el corral, un sembradío de milpa que se ve destroncado, un barrio que apesta a podrido, una construcción social de la vida cotidiana que se ha ido río abajo.
Lo más grave, lo que no se digerirá en cuatro semanas, un año, en lo que resta de la vida del núcleo familiar son los 34 funerales realizados en la soledad porque los vecinos de estos fallecidos están apurados en su propia sobrevivencia antes de pararse ante un féretro en homenaje silencioso por una vida arrancada por la fuerza del río, la barrancada o la palizada.
Y también la esperanza que se va por días y retorna a ratos a las conciencias de los familiares de estas 14 personas que no aparecen, que tienen el anclaje de la contabilidad oficial, repetida cada mañana, con la etiqueta de «no localizados», eufemismo menos crudo, ropaje de algodón que cubre el concepto de «desaparecidos».
Y en este tiempo de mujeres que deben lidiar con la tragedia, de origen natural, hay que citarlo, son la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien recorrió por cuarta ocasión el epicentro de la desgracia, en escucha in situ, de la desesperación de las familias afectadas; pero también con la promesa de avituallar lo perdido con una bolsa que supera los 3 mil 700 millones 130 mil pesos si se tasa el nivel máximo de perdidas en las 52 mil 859 viviendas censadas por Bienestar hasta el termino de esta segunda semana de la desgracia.
A esta bolsa que trae el gobierno federal en intento real y palpable de avituallar las perdidas materiales, se suman mil millones de pesos anunciados por la gobernadora Rocío Nahle, dinero que se inyectará en la reconstrucción de las zonas dañadas en esta veintena de municipios de la Huasteca Veracruzana.
Aunque no sea cuestión de dinero, la cifra rondará los 5 mil millones de pesos, sin contar con el levantamiento de la infraestructura de comunicaciones que ha desparecido con las inundaciones, incluida la reconstrucción de los 10 kilómetros del muro de contención del río Cazones, que será desazolvado no por Fernando «El Pulpo» Remes sino por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Secretaría de Marina (Semar), según anunció en su cuarto recorrido la propia presidenta Sheinbaum.
La gobernadora Nahle, acantonada en la zona norte, ha dicho hasta la saciedad mediática con su estilo sui generis (Le style, c'est l'homme même, el estilo es el hombre, acuñó el conde de Buffon), que se quedará en la región norte hasta no volver a colocar piedra sobre piedra en reconstrucción de la desgracia que la corriente del río dejó a su paso, que para eso estudió ingeniería, según su propia definición narrativa, «Yo me voy a encargar de recuperar, de reconstruir Poza Rica y Álamo. Si algo sé hacer, es construir».
En la encomienda del rescate, una empresa monumental que marcará el sexenio de Norma Rocío Nahle García, gobernante que en las postrimerías de su primer año sexenal enfrenta el dilema tempranero de «Cruzar el Rubicón», es decir, «tomar una decisión irrevocable y decisiva de la que no se puede volver atrás, como ocurrió cuando Julio César cruzó el río Rubicón con su ejército en el 49 a.C., declarando así una guerra civil contra Roma. La frase se usa para describir un paso arriesgado que compromete a una persona de manera irreversible, sin posibilidad de retractarse» (IA).
En la observación de esta espiral sin retorno en la administración de la gobernadora Nahle como cabeza del poder ejecutivo, el gobierno veracruzano se vislumbra cojo en el jale burocrático que atiende la emergencia.
El legislativo, representado por el maestro indígena Esteban Bautista Hernández, presidente de la Junta de Coordinación Política en la sexagésima séptima legislatura veracruzana, ha sido bastón de apoyo en la tarea que se echó al hombre la representante el ejecutivo.
Producto de una política social empírica, que aterriza en los hechos que los puestos públicos, incluidos lo de elección popular, deben ser usados para la solución de problemas, el legislador sureño ha encabezado personalmente la ayuda emergente ante la desgracia, llevando junto con los demás diputados, la presencia, el retorno del beneficio del voto, en los momentos en los que más se requiere.
Es tan ralo el apoyo de la dorada burocracia estatal en el primer círculo del poder que prefiere refugiarse en los serenos privilegios quincenales que frentear la adversidad en apoyo de la jefa, que las declaraciones del ex militante del EZLN se trepan de inmediato a las 8 columnas informativas.
«Lamento mucho la actitud del diputado Héctor Yunes al decir que las despensas tienen uso político. Eso es totalmente falso», reviró Bautista al profuso muestreo virtual del priista Héctor Yunes Landa, quien dijo que las despensas y tinacos de plástico solo eran parte de una escenografía ambulante y no representan ayuda real a los damnificados.
El legislador morenista señaló que, mientras Yunes graba videos y busca reflectores en redes sociales, cientos de familias siguen sufriendo las consecuencias del desastre.
«Eso de estar haciendo videítos en redes sociales no resuelve nada. Aquí lo que hace falta son manos, no cámaras», dijo el coordinador de la JUCOPO.
En este río revuelto que atarraya a tirios y troyanos, morenistas, priistas, emecistas, petistas y verde ecologistas, es necesario aclarar paradas, bajar los bonos de la realidad virtual a personajes que han hecho de la política cómodo modus vivendi.
Quien cojea en estos días de tragedia es el Poder Judicial, componente de la triada que representa al gobierno veracruzano.
Representado por la magistrada Rosalba Hernández Hernández, el Poder Judicial no ha sido pronto y expedito en la ayuda.
Es más —bajo temor de no invadir la difusa frontera de la violencia política en razón de género—, la magistrada presidenta no ha emitido siquiera una convocatoria de coperacha voluntaria que establezca un fondo de emergencia que ayude a paliar la desgracia.
La autonomía es la autonomía. Es cierto.
Sin embargo, la división de poderes debe disolverse en la practica solidaria, desinteresada, humanista, para la población que requiere ayuda.
Los liderazgos brotan, espontáneos, en la desgracia.
… del mismo costal
Mas de 60 periodistas en activo retornan a las aulas intramuros o virtuales en el curso Diplomado en Periodismo Contemporáneo y Nuevas Narrativas que ofertó la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP).
El ejercicio informativo comprende la especialización permanente.
En la primera clase, la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP), en colaboración con el Centro Latinoamericano de Estudios Superiores (CLAES), puso en marcha el Diplomado dirigida a periodistas veracruzanas y veracruzanos.
A lo largo de las próximas semanas, las y los participantes fortalecerán sus competencias en periodismo contemporáneo, nuevas narrativas y ética profesional, con el objetivo de contribuir al ejercicio periodístico libre, crítico y con alto compromiso social, dice la página oficial de la CEAPP.
Marco Antonio Stivalet, primer docente del curso introdujo la importancia del periodismo, que debe revalorarse como una práctica del bien común.
El periodismo es tan necesario como un puente, un pozo artesiano, una carretera, una escuela o un hospital.
El periodista debe soltar la verdad como un león, una vez libre, se defenderá sola.
Es la tarea del reportero, buscar la verdad.
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