El periodismo desnuda al poder
10 de Noviembre de 2025
Jorge Ramón Rizzo
Focus Group
El periodismo desnuda al poder
Por Jorge Ramón Rizzo*
Para el poderoso es menester imponer una sola narrativa y una sola verdad, la suya. Eso está sucediendo en nuestros tiempos en países enteros o, en regiones internas de diversos países, lo que significa un reto para quienes desde el periodismo tenemos la posibilidad de utilizar la palabra como relato preciso de la realidad.
Por fortuna, el periodismo sigue vivo, más vibrante que nunca y haciendo, a pesar de amedrentamientos, su labor de investigar e informar. La reciente edición de COLPIN 2025 (Conferencia Latinoamericana de Periodismo de Investigación), nos deja el legado de un periodismo que respira hondamente, que es capaz de construir esperanza, ya que nuevamente se dieron cita en la Universidad de Palermo en Argentina, cientos de reporteros obstinados que de manera generosa, compartieron cómo descubrieron una verdad oculta.
El tejido contemporáneo del periodismo latinoamericano y europeo nos muestra a destacados comunicadores, capaces de marcar diferencia. Y el fin de semana de la COLPIN, me dió la oportunidad de ver el trabajo de dos periodistas del Metropolés de Sao Paulo, Luiz Vassallo y Fabio Leite, que destaparon el mayor fraude en materia de pensiones jamás registrado en la historia de Brasil.
O el reportaje de Aristegui Noticias sobre "Televisa Leaks", que destapó prácticas de corrupción, acuerdos ilícitos con políticos y manipulación de la información por parte de la empresa mexicana de medios Televisa. Reportaje a cargo de la propia Carmen Aristegui y cinco miembros de su equipo: Sebastián Barragán Hidalgo, Brandon Celaya Torres, Regina Diez Gutiérrez, Juan Omar Fierro y Lilia Saúl Rodríguez.
La también mexicana Nayeli Roldán de Animal Político con la serie de reportajes "No fuimos Dinamarca" dejó su aporte, que está llamado a convertirse en un nuevo referente para el periodismo de investigación, denuncia política y de máxima utilidad pública.
Enmedio de esta cita de trabajos memorables dentro de la décimo sexta edición de la COLPIN, ví el inmenso trabajo, rigor y valentía de Juan Martínez d'Aubuisson, por retratar las graves violaciones a derechos humanos contra migrantes haitianos en República Dominicana con el reportaje "Buscando a Mikelson".
¡Materialazos todos! El jurado tuvo que ponerlos en primero, segundo y tercer sitio, pero desde mi particular punto de vista, todos estos trabajos merecían una primera posición en el podium de la Universidad de Palermo. Sólo que las reglas del evento no lo permitían.
Este fin de semana, por interés propio empecé a leer el trabajo de Nayeli Roldán, pero al saber que estaba en la recta final para el Premio Latinoamericano al Periodismo de Investigación "Javier Valdez", me interesé en buscar contra qué trabajos competía y me llevé una agradable sorpresa que me tuvo entretenidamente interesado, leyendo y viendo materiales de periodistas impecables en su mecánica de investigación. Fue un fin de semana de revelaciones y aprendizajes.
Los trabajos que leí de la COLPIN me dejan un pensamiento muy claro: el periodismo en nuestros días, está llamado a ser una disciplina que desnude al poder y que dé lugar a la esperanza que debe prevalecer en diversos sectores de la sociedad, cuando con la palabra somos capaces de hacer revelaciones que impulsen la justicia o al menos, conocimiento para la opinión pública.
Deseo que el periodismo siga libre, enunciando los entramados de mentiras, corrupción e intereses, los contubernios con el crimen organizado, los pactos con los grandes capitales y empresas, que están atendiendo los supuestos proyectos libertarios y de transformación desde el gobierno.
Para acabar por hoy: el periodismo sigue siendo una profesión de alto riesgo y de alta responsabilidad para informar, investigar, develar y dejar una huella en la memoria histórica de la sociedad de nuestro tiempo.
Porque como dijo el periodista argentino Rodolfo Walsh: ¡"El periodismo es libre o es una farsa"!
*Periodista / Tlaxcala
