ROCÍO, EN LOS PLANES DE SHEINBAUM PARA EL RESCATE DE PEMEX
09 de Septiembre de 2025
Pablo Jair
Veracruz vuelve a estar en la agenda nacional, no como problema, sino como solución.
Ahorita le cuento porqué, pero antes deje echarme mi rollo de contexto...
Petróleos Mexicanos ha sido la noble empresa que ha sostenido a este país.
Pemex —como es conocida por todos— es la empresa que por décadas ha soportado la pesada carga de las finanzas públicas del país, pasando por momentos de gloria como el boom petrolero de los 70 y 80, hasta la crisis que estalló en tiempos neoliberales, cuando se quiso vender a privados las plantas petroquímicas.
A eso súmese todo lo que se han robado de la empresa, lo que han ordeñado de combustibles, los negocios turbios con compañías, los excesos como el uso de aeronaves para familiares de funcionarios, la carga de nóminas enormes, sindicato, etc.
Pero, con todo y los problemas del pasado, ahí sigue Pemex, tratando de salir del hoyo.
Y este lunes la financiera Moody’s mejoró su calificación crediticia; y eso tuvo mucho qué ver con el plan de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo para rescatar a Pemex.
Lo informa el diario El Financiero este lunes: “Moody’s Ratings mejoró la calificación de Petróleos Mexicanos (Pemex) a ‘B1’, desde ‘B3’, con perspectiva estable, ante un mayor compromiso del Gobierno de Claudia Sheinbaum con la empresa”.
En este tenor, Veracruz ha sido testigo del abandono de los complejos petroquímicos que alguna vez generaron miles de empleos y que hoy, gracias a la política energética de la Cuarta Transformación, comienzan a revivir. Ahí está el caso de Escolín, en Poza Rica, donde se producirán fertilizantes.
Algunos complejos —hay que decirlo— eran un conjunto de plantas inservibles y abandonadas. Pura chatarra donde los obreros decían: “la idea es que se vayan envejeciendo, desgastando, para que finalmente algún político, detrás de un millonario (o viceversa) las adquiera a precio barato”.
Y así pasó con el escandaloso fraude de Agronitrogenados, complejo situado en Coatzacoalcos, donde estuvo involucrado el ex director de Pemex, Emilio Lozoya, y el magnate Alonso Ancira, dueño de Altos Hornos de México.
Otro de los abusos fue el caso de Odebrecht / Braskem Idesa (empresa brasileña envuelta en escándalos de corrupción internacional) que tenía un contrato muy ventajoso firmado en 2010, durante la administración de Calderón, obligando a Petróleos Mexicanos al suministro de 66 mil barriles diarios de gas etano para su complejo Etileno XXI (también en Coatza) con penalizaciones desproporcionadas cuando Pemex ya no pudo suministrar. Fue en marzo de 2021 que el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador presumió en su “mañanera” que las cosas habían cambiado en beneficio de Pemex, ya que se había logrado un nuevo acuerdo que modificaba las condiciones.
Así, durante décadas, los gobiernos emanados del periodo neoliberal (desde Miguel de la Madrid hasta Felipe Calderón) ignoraron a la petroquímica, redujeron inversiones en el sector y dejaron que el país dependiera de importaciones.
Por eso la importancia de Veracruz en este asunto: este domingo vino la presidenta Claudia Sheinbaum para cerrar la primera etapa de su gira nacional de Informe de Gobierno.
Y los que están en la cúpula del poder saben que no fue casualidad: Sheinbaum vino al estado que es el corazón energético del país, donde Pemex es identidad para los veracruzanos.
Aquí, desde el estadio de beisbol “Beto Ávila”, la presidenta destacó la recuperación de toda la industria petroquímica de PEMEX
Y fue contundente en su discurso: “En energía algo muy importante, que Rocío nos está ayudando, se está construyendo, rehabilitando completamente, el proyecto Escolín en Poza Rica para producción de fertilizantes, que ya inició. Y estamos recuperando toda la industria petroquímica de Pemex”, puntualizó.
Rocío Nahle conoce bien lo que significa rescatar a Pemex y a la industria petroquímica nacional (estuvo en la lucha de la disidencia contra la venta a particulares de los bienes nacionales). Como ingeniera química y ex secretaria de Energía, ella entiende que sin esta industria no hay soberanía productiva.
Este lunes, en entrevista, la gobernadora retomó el tema de Escolín, expresando que no se trata de un anuncio más, sino la prueba de que se está corrigiendo el rumbo.
Y es que producir fertilizantes en casa significa abaratar costos para campesinos y garantizar soberanía alimentaria: un círculo virtuoso que conecta energía, campo y bienestar social.
Hoy el contraste político es muy evidente: mientras en el pasado se entregaban permisos indiscriminados a privados y se apagaban plantas que luego se vendían fraudulentamente como chatarra, hoy se inyectan recursos para revivir lo que se fue dejando morir.
Luego entonces, Veracruz —con la conducción de Nahle y el respaldo de Sheinbaum— va a ser el epicentro del rescate de la petroquímica.
Por lo anterior, no es casual que casi 160 mil productores reciban ya fertilizante gratuito gracias a esta estrategia. Ellos son el rostro más palpable de lo que significa recuperar la petroquímica: menos importaciones, más soberanía y justicia social directa en el campo.
Se sabe ahora que la gobernadora forma parte importante de este plan de rescate gracias a sus conocimientos técnicos, pero sobre todo políticos, que logran conectar con la ciudadanía.
La experiencia de Rocío Nahle en el tema se consolidó —por si hay alguna duda— con la construcción de una de las obras insignia de López Obrador: la refinería de Dos Bocas.
Hoy Veracruz tiene la gran oportunidad de ser el ejemplo nacional del rescate de la abandonada petroquímica y finalmente conectarla a la justicia social. Ya se ven los primeros pasos en los planes de Sheinbaum y la necesaria consulta e intervención de la gobernadora Rocío Nahle para que lidere en el estado esta nueva etapa de Pemex en el país.
La gobernadora, lo verá usted, tendrá mucho qué ver en este plan de Sheinbaum.
Como dicen los columnistas “picudos”: al tiempo.