La crisis de ganado en México: entre la incompetencia y la improvisación
18 de Julio de 2025
Agustín Torres Delgado
Por años, la ganadería en México ha representado una fuente de empleo, arraigo y crecimiento en numerosas regiones. Exportar ganado a Estados Unidos simboliza no solo ingresos esenciales para miles de productores, sino la consolidación de un sector que ha sabido modernizarse y cumplir con estrictos estándares en materia de salud. Hoy, esta historia de esfuerzo se encuentra en riesgo, no por una plaga imparable, sino por la negligencia de un gobierno que prefirió reaccionar de forma ineficaz y torpe que prevenir con eficacia y habilidad.
El hecho de que Estados Unidos cerrara la frontera, otra vez, para la exportación de ganado mexicano debido a la detección de un caso de gusano barrenador en Veracruz, ha detonado una crisis de una escala que hoy muchos, incluido el gobierno mexicano, aún no advierten o parecen no querer hacerlo.
Solo dos días después de una anunciada reapertura de la frontera, la secretaría de Agricultura de Trump clausuró de forma inmediata la entrada del ganado a su país por un caso detectado en Ixhuatlán de Madero, Veracruz. Pese a que se haya detectado en el sur de nuestro país, la decisión del vecino del norte fue tajante: suspender toda importación del ganado mexicano.
Esta situación ha afectado de forma grave a estados del país que no tienen nada que ver con el foco de infección, como Sonora, Chihuahua, Coahuila, Durango y Tamaulipas, donde el ganado ha estado libre de la plaga y ha cumplido con todas las regulaciones internacionales.
El gobierno federal encabezado por Morena, se ha mostrado incompetente para manejar la problemática. Lejos de implementar una estrategia de regionalización sanitaria, y tener un trato diferenciado, como en otros países con experiencia en comercio agropecuario, se han cruzado de brazos, ante la suspensión generalizada que ha costado al sector más de 400 millones de dólares en tan solo unas semanas, según estimaciones del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA). Hay entidades como Coahuila que están perdiendo 300 mil dólares diarios por la imposibilidad de exportar.
Los ganaderos mexicanos y su reputación se ven amenazados por esta parálisis, llevan años trabajando con disciplina sanitaria y esfuerzo por ganar un espacio internacional, hoy esto se encuentra comprometido. El impacto y las consecuencias alcanzan también el empleo rural, las cadenas de logística, el comercio local y la estabilidad de miles de familias que dependen directa o indirectamente de esta actividad.
Es indignante que la respuesta oficial se note tibia ante tantas afectaciones, que nadie asuma una responsabilidad y que el problema se minimice. No hubo una estrategia preventiva en la frontera sur para contener el ingreso del gusano barrenador desde Centroamérica; no hay un programa eficaz de liberación de las moscas estériles necesarias para contrarrestar el problema; ni hablar de inversión en laboratorios sanitarios nacionales. Han improvisado sobre la marcha, como si el daño fuera poco, como si miles de ganaderos en el país no estuvieran al borde de la quiebra.
Nuestro sector agropecuario hoy exige atención, claridad, acción y liderazgo. Regionalizar inmediatamente las exportaciones es urgente para que los estados libres de la plaga puedan enviar su ganado. Es necesario también una diplomacia sanitaria eficiente con Estados Unidos y, sobre todo, un compromiso real con el sector, a nadie le sirven los discursos huecos de siempre, ni las promesas vacías que no resuelven nada.
El gusano barrenador no es el enemigo más letal de nuestros ganaderos; es la incompetencia del gobierno, es la omisión, es la actitud de mirar a otro lado. Quienes hoy gobiernan deben entender que conducir al país también significa prevenir, planear y proteger a los productores mexicanos, no solo “enfrentar” la crisis con declaraciones vagas.
Mientras ellos improvisan, el ganado no se vende, los empleos se pierden y nuestros ganaderos pagan los platos rotos de la negligencia y la omisión de autoridades, en todos los niveles, a quienes hacemos un llamado urgente para atender esta crisis, ¡ya!
Mtro. Agustín Torres Delgado
Secretario General de Acuerdos
Movimiento Ciudadano