Un período extraordinario con retrocesos ordinarios
04 de Julio de 2025
Agustín Torres Delgado
Arrancó, del 23 de junio al 2 de julio, un período extraordinario de sesiones en el H. Congreso de la Unión, en teoría, debería de ser para resolver algunos de los pendientes más sentidos y urgentes del país. Lamentablemente, la agenda legislativa que se conformó demuestra que, lejos de atender las demandas ciudadanas o fortalecer los derechos fundamentales, se hizo un paquete legislativo con claras señales de regresión, concentración del poder y opacidad institucional.
Según la lista que fue aprobada por la Comisión Permanente, se prevé que se analicen y discutan por lo menos 16 iniciativas entre las que destacan: la Ley en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión; la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas; la Ley de la Guardia Nacional y Ley del Sistema Nacional de Investigación e Inteligencia en Materia de Seguridad Pública.
Nuestro grupo parlamentario votó en contra de la Ley Nacional para eliminar Trámites Burocráticos, porque bajo el disfraz de eficiencia la consideramos autoritaria debido a que concentra el poder, borra límites entre gobiernos y compromete la seguridad de nuestros datos personales y biométricos.
En el caso de la Ley Antilavado que fue aprobada por Morena y sus aliados, estimamos que entrega más poder sin controles a la Secretaría de Hacienda, permite la intervención de la Guardia Nacional en funciones que deben ser civiles y perpetúa vacíos que obstaculizan una persecución judicial eficaz. No la respaldamos porque en Movimiento Ciudadano no podemos respaldar reformas que se amparan en el combate al crimen organizado para vulnerar la privacidad y los datos personales de las y los mexicanos, nosotros creemos que esa no es una ruta viable para frenar el lavado de dinero; es más bien una forma de debilitar el Estado de Derecho.
La Bancada Naranja reafirmó su compromiso por la defensa de los derechos de las personas y votó también en contra de la reforma que desaparece la Cofece, porque es una medida que representa un grave retroceso en la regulación de los mercados, y debilita los contrapesos al poder económico y gubernamental.
Una de las reformas que más nos preocupa es la que se hizo a la Ley de la Guardia Nacional, en Movimiento Ciudadano hemos estado siempre en contra de la militarización de la seguridad pública, consideramos que con esta propuesta se renuncia al mando civil y se allana la militarización de la seguridad pública, con lo que se consolida un modelo de seguridad pública subordinado a la Secretaría de la Defensa Nacional, contrario a la promesa original de un cuerpo civil y a las recomendaciones internacionales en materia de derechos humanos. Asimismo, se amplían los mecanismos de discrecionalidad del ejercicio de la Guardia Nacional y además los mantiene en sus tareas migratorias, lo que deriva en situaciones de riesgo para las personas en situación de tránsito.
Movimiento Ciudadano no está en contra de la Guardia Nacional, al contrario, siempre hemos considerado su labor fundamental y valiosa, sin embargo, estamos en contra de que se desvirtúe su naturaleza porque México necesita paz, no más poder sin control.
Mientras se están discutiendo estas reformas y otras de alto impacto, algunas con visos autoritarios, Morena decidió ignorar uno de los reclamos sociales más legítimos: la reducción de la jornada laboral a 40 horas. Esta iniciativa que tiene un respaldo ciudadano amplio lleva meses congelada. Morena y sus aliados, pese a su mayoría, han mostrado una renuencia preocupante a atender esta agenda laboral con el argumento de que son “prudentes” frente a los intereses empresariales.
Nosotros nos preguntamos: ¿Dónde queda entonces el compromiso con el bienestar de las y los trabajadores? ¿Para quién legisla el Congreso?
Lamentablemente, el período extraordinario que transcurre, lejos de ser una oportunidad para avanzar en la agenda de derechos, se configura para reforzar el centralismo, la militarización y la discrecionalidad. En nombre de la gente, en nombre del pueblo, aprueban reformas que solo los debilitan y lo más grave es que se sigue postergando la dignificación del trabajo y la protección real de derechos.
Esperemos que las y los legisladores de la mayoría recuerden en algún momento para quién legislan, la democracia no se mide por la cantidad de leyes aprobadas, sino por la cantidad de derechos que se garantizan. En ese sentido, este Congreso nos está quedando a deber, como siempre.
Mtro. Agustín Torres Delgado
Secretario General de Acuerdos
Movimiento Ciudadano