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Por primera vez en México logran reproducción de corales en laboratorio

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Esta técnica de reproducción había sido realizada con éxito en Australia y Florida, y ahora se consigue en México
25 de Julio de 2020 11:02 /
Por primera vez en México, científicos del Centro Regional de Investigación Acuícola Pesquera (CRIAP) en Puerto Morelos, Quintana Roo, lograron reproducir sexualmente colonias de coral dentro de sus sistemas de cultivo, hazaña que representa una esperanza para la preservación del Arrecife Mesoamericano, uno de los ecosistemas marinos más importantes del mundo.El proyecto de rescate de especies emblemáticas de coral, liderado por la investigadora Claudia Padilla Souza, busca preservar especies que se encuentran en riesgo de extinción local y cuya reproducción sexual en su entorno natural es prácticamente imposible.
Los corales son animales coloniales de importancia ecológica. Son los principales formadores de arrecife, hogar de miles de especies marinas y una barrera de proyección costera ante fenómenos meteorológicos, dice la Claudia Padilla a Aristegui Noticias.
Una colonia de coral es una estructura de roca de carbonato de calcio (esqueleto) cubierta por cientos o miles de pequeños organismos llamados pólipos que conforman el tejido vivo. Dentro de estos pólipos viven en simbiosis unas microalgas llamadas zooxantelas, que dan color al coral.
La reproducción sexual es el proceso natural de fertilización que tienen los corales para multiplicarse, como toda especie animal. Los corales se reproducen una o varias veces al año, dependiendo el tipo de coral, y a determinadas horas y días, dependiendo del atardecer o la posición de la luna, explicó la especialista.
En el proceso sin intervención humana, cada colonia de coral libera huevecillos denominados “gametos”. Estos gametos son un saco milimétrico que contiene óvulos y espermas, los cuales se rompen y se liberan en el agua. Los espermas de una colonia se juntan con los óvulos de otra colonia de coral de la misma especie y se logra la fecundación.
De esa fecundación “nace” una larva de coral que buscará fijarse en una pequeña estructura sólida que luego se transformará en un primer pólipo para empezar una nueva colonia de coral, que crecerá con el paso de los años.
Para que el proceso de fecundación se dé, las colonias de coral deben estar cerca una de la otra, para que los espermas de una colonia se mezclen con los óvulos de otra, y viceversa.
Sin embargo, durante las últimas cuatro décadas la barrera arrecifal situada frente a las costas del Caribe mexicano ha perdido más del 80 por ciento de su cobertura de coral, coincidente con el boom inmobiliario en la región desde la década de los setenta, refiere Lorenzo Álvarez Filip, del Laboratorio de Biodiversidad y Conservación Arrecifal.
Pero el tiro de gracia comenzó en mayo de 2018, cuando investigadores detectaron por primera vez el brote del Síndrome Blanco en los corales de la región, una enfermedad capaz de matar en cuestión de semanas a colonias que tardaron cientos de años en formarse.
Esta enfermedad llevó a por lo menos cuatro especies al límite de la extinción local, situación que volvió imposible su reproducción y repoblación natural.
Ante esta situación, el equipo de investigadores del CRIAP, de Inapesca, en colaboración con la organización Healthy Reefs y la UNAM, recrearon las condiciones del mar en un estanque controlado para reproducir cuatro colonias de la especia Diploria Labyrinthiformis, mejor conocida como “coral cerebro”.
Con información de Aristegui Digital