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Porros de la UNAM: Quiénes son, cuándo surgieron, quién los controla y cómo operan

06 de Septiembre de 2018 19:41 /

"El Shaggy", "El Hidro" y "El Zeta", son ex integrantes de grupos de porros de la UNAM y el IPN que describen que los "porros" que actualmente operan en las instituciones universitarias son financiados tanto por partidos políticos como por las mismas autoridades académicas para apoyarles como grupos de choque en diversas movilizaciones, y controlar a estudiantes a través del miedo, de acuerdo a una nota publicada en el portal de Milenio.

Según la información difundida, estos "porros" además mantienen riñas con otros grupos y hacen fiestas cada ocho días donde se consume alcohol y drogas, no importando que la mayoría de los asistentes sean menores de edad.

"El Zeta", quien fue integrante de un grupo de porros del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) de la UNAM, señaló que "un contacto" militante de un partido político le pedía que acudiera a eventos "para hacer bola" o que incluso autoridades del plantel les convocaban para controlar a los alumnos.

En la nota se cita: "A veces ibas a un mitin a apoyar al diputado o candidato y ya decías que la escuela lo apoyaba, para eso le daban dinero al dirigente y no lo repartía con los demás, pero si no ibas, pues te pegaban, aunque hay grupos donde no hay represalias por no ir, después hacían fiestas a las que luego llegaban los diputados".

También se señala que las autoridades académicas solicitaban apoyo de estos grupos cuando había alumnos que tomaban la escuela.

"Como ahora del paro, la dirección va con los dirigentes de los porros y les dice ‘necesito que saquen a estos weyes de aquí', entonces vas y les avientas petardos, bombas molotov, más que nada espantarlos para sacarlos de la escuela", según reveló el sujeto.

Por su parte, "El Shaggy", ex integrante de un grupo porril de una Escuela Nacional Preparatoria (ENP) de la UNAM, confesó haber operado principalmente para el PRD.

"En ese entonces gobernaba el PRD y andábamos con Alejandra Barrales y Víctor Hugo Lobo, ellos hablaban con los dirigentes, íbamos al evento a gritar cosas a su favor o íbamos a reventar otros eventos que no querían que se hicieran", señaló el ex porro de la escuela está en la Gustavo A. Madero, aunque advirtió que nunca golpeó a nadie.

"Sólo alterábamos el orden para que se acabara el mitin; después ellos pagaban con dinero al dirigente, él hacía una fiesta y a veces llegaba Barrales o Lobo para agradecer el apoyo", detalló.

Al respecto, Víctor Hugo Lobo, ex delegado de la Gustavo A. Madero, se deslindó de cualquier relación con los grupos estudiantiles y en entrevista con MILENIO Televisión aseveró que fue vinculado a un supuesto dirigente, identificado como El Scorpio, "para desviar la atención".

Lo grupos porriles iniciaron hace casi 80 años iniciándose como grupos de animación en ese entonces "para apoyar a los equipos deportivos, usaban cachiporras para golpear a estudiantes o grupos rivales y de ahí salió el nombre de porros; después algún grupo político vio que podía utilizarlos para su beneficio y los empezó a financiar", como relata el doctor Hugo Sánchez Gudiño, catedrático de la UNAM.

El autor del libro "Génesis, desarrollo y consolidación de los grupos estudiantiles en la UNAM", explicó que estos sujetos son utilizados por "autoridades policíacas, políticas o de la institución a cambio de beneficios como dejarlos traficar drogas, alcohol, armas, antes hasta presionaban a los maestros, todo con impunidad".

Para el ex miembro de un grupo porril del Instituto Politécnico Nacional apodado "El Hidros", la existencia de estos grupos debe estar financiado por un grupo político y explica que hay alianzas entre diversas agrupaciones de este tipo para reunir a más personas pues así los dirigentes reciben más dinero.

"A nosotros nos ponían a hacer encuestas sobre candidatos o políticos, casi siempre del PRD o del PRI, y nos pagaban como 300 pesos por dos o tres días de trabajo", aseguró.

"El Hidros" dice que los grupos porriles de la UNAN son más agresivos pues mientras en el IPN "las mismas autoridades te controlan más, los de la UNAM son los que están más locos porque tienen más impunidad, ahí como que les vale y no los control

Tanto él como "El Shaggy" aseguran que "las autoridades saben quiénes son todos al menos los cabecillas, si quisieran terminar con esto ya lo hubieran hecho" y no en que pueda ponerse fin a la existencia de estas células ya que "las autoridades necesitan los grupos".

Para iniciarse en estos grupo es necesario cumplir con ciertas exigencias, dicen "El Shaggy" y "El Zeta". Una de ellas es por invitación expresa.

"Vas a los salones de nuevo ingreso a invitarlos, buscas al más maleado, al que se ve que no se va a dejar que le peguen, normalmente son fornidos; les dices que formas parte de un grupo estudiantil que hace actividades culturales y ayuda a la comunidad, pero pues es puro choro", según el ex alumno.

Así, alumnos de nuevo ingreso son engañados y terminan adhiriéndose estos grupos aún cuando ni siquiera saben lo que es un "porro".

A "El Zeta" le invitaron diciendo que era un grupo de "estudiantes que ayudaban a la comunidad y hacían actividades culturales", y siendo u novatos ingresó para después ser "bautizado", es decir, "con un apodo, o un yerco" que consiguen peleando, dejándose golpear, o por méritos defendiendose, cuando otro grupo llega a la escuela y avienta petardos.

Los tres ex porros coincidieron en no sentirse orgullosos de haber sido parte de estas agrupaciones y que para poder salir de un grupo porril simplemente es necesario dejar de asistir a sus reuniones o al plantel, aunque saben de otros grupos que piden dinero y bebidas alcohólicas para dejarlos ir.

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