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Urgente y Eficaz Piden al OPLE y a Junta del INE mesuren violencia política y de género en redes

Foto por: Janeth Xahuentitla /
Vicente Benítez exhortó que la violencia de género y política en redes sociales sea mesurada
04 de Junio de 2018 20:24 /
Noemí ValdezXalapa, Ver.- El diputado local del partido Nueva Alianza, Vicente Benítez González, propuso un proyecto de punto de acuerdo para exhortar al Consejo General del Organismo Público Local Electoral (OPLE) y la Junta Local Ejecutiva del Instituto Nacional Electoral en Veracruz, para que se pronuncien de forma "urgente y eficaz" en torno a la violencia política y violencia política de género en redes sociales.
En sesión de este lunes, el legislador se refirió a lo que está pasando en el país y en nuestro estado, para que dichas instituciones llamen a la mesura a los actores políticos locales, a sus militantes y simpatizantes para que dejen de "diseminar ideas de odio y discriminación en contra de aquellos que no piensan igual".
"Se exhorta al Organismo Público Local Electoral de Veracruz y a la Junta Local Ejecutiva del Instituto Nacional Electoral en Veracruz, a que hagan un llamado urgente y eficaz para prevenir hechos que pudieran ser constitutivos de delitos y que después, como sociedad, lamentaríamos todos por no incidir de forma adecuada para disminuir el nivel de discriminación y agresión política en las redes sociales", destacó.
Benítez González señaló, que en este escenario de tanta violencia y crímenes que han ocurrido en el actual proceso electoral en el país y en las últimas horas, también candidatas a diversos cargos de elección popular han sido agredidas, tres de éstas, del partido Nueva Alianza, han sido objeto de violencia política de género, pero esa violencia ha traspasado a la violencia de facto, al dañar los bienes de una de ellas.
"Se trata de nuestra candidata a la gubernatura del Estado, July Sheridan, la candidata a la diputación federal por el distrito 12 de Veracruz, Arleth Medina y la candidata a la diputación federal por el distrito 15 de Orizaba, Marlene Escamilla, a quien en dos ocasiones le han dañado su vehículo particular después de diversas amenazas en las redes sociales", refirió.
El congresista veracruzano mencionó que con base en el Informe de Violencia Política en México 2018, de la consultora Etellekt, desde el inicio del proceso electoral en septiembre pasado hasta el 2 de junio, se habían producido 382 agresiones contra políticos, entre ellos los 110 asesinatos.
Dicho informe que retoman diversos medios de comunicación define que la violencia se expande a nivel municipal abarcando un total de 252 municipios del país (más del 10% del total).
“Lo que convierte a esta campaña electoral en la más violenta en la historia de México”, según se ha venido difundiendo en las últimas horas dijo el aliancista.
Recordó que, en febrero de este mismo año, el presidente del Consejo General del INE, Lorenzo Córdova, firmó un Convenio de colaboración con Facebook para la generación de contenidos en torno a las elecciones 2018 y con ello, contrarrestar la información falsa, lo cual calificó de inédito.
En aquel momento, señaló que ese había sido el primero de muchos acuerdos que se generarían con las diversas redes sociales que existen y que son usadas por miles de millones de usuarios y por las que lamentablemente también se genera violencia política y violencia política de género.
"Como representante ciudadano es mi obligación referir que entre los asesinados que aspiraban a cargos electorales hay desde precandidatos, a candidatos, alcaldes, exalcaldes, regidores, militantes, dirigentes partidistas, exregidores, diputados, síndicos y exsíndico", condenó.
Citó a la profesora e investigadora de la Escuela de Humanidades y Educación del Tecnológico de Monterrey, especialista en Internet y Cultura Digital, María Elena Meneses, quien escribió en Forbes México en el mes de marzo pasado, que las redes sociales digitales han abierto una “Caja de Pandora” de la cual emergen discursos cada vez más radicales que exaltan el odio y la violencia.
La especialista considera que para muchos es suficiente motivo para descalificarlas y recordar que todo tiempo pasado fue mejor. Otros, en cambio, reconocen su innegable presencia en la vida cotidiana y, si bien admiten sus potencialidades para la sociabilidad, la innovación y la vida cívica, intentan explicarse esta plaga que atenta contra los derechos fundamentales y, sobre todo, contra la dignidad humana.
Al ser un fenómeno nuevo, y dada su innegable complejidad, los documentos y tratados de derechos humanos no contemplan como tales los discursos radicales en la red, por lo que su definición está en construcción.
Asimismo, refirió Vicente Benítez, la Unesco define el discurso de odio en la red como aquel que enfrenta a grupos de individuos mediante un lenguaje amenazante. Sería el antidiscurso que cancela la posibilidad de entendimiento con los otros, que favorece la discriminación y enaltece la violencia. Es también esquivo, anónimo y su carácter transnacional complica su regulación. Es un tipo de afrenta de nuestra contemporaneidad, facilitada, paradójicamente, por las redes sociales digitales, y constituye uno de los temas que más preocupan a la comunidad internacional.
El legislador abundó sobre el artículo de la especialista quien añade que el odio no es una invención de las redes digitales. Los usuarios le dan sentido a la infraestructura de acuerdo con los propios intereses.
"Así como hay quienes usan la red para promover causas justas, también hay quienes las usan para dispersar la vileza humana. Así pues, el problema no es únicamente tecnológico, sino político y cívico. Es multidimensional y, por tanto, acabar con él requiere de la convicción y acción de diferentes actores, resalta la investigadora", citó Benítez.
Coincidió aún más con María Elena Meneses, quien opina que a las empresas tecnológicas corresponde perfeccionar sus algoritmos para atajar estos discursos y abrirse a la sociedad con transparencia. Desafío mayor es, sin duda, convencer a los políticos de la urgente necesidad de recuperar la política como la virtud de construir consensos.
“El debate en la actualidad se ha concentrado en si deben aplicarse o no medidas legales ante un fenómeno que, en algunos casos, puede tener su origen en la discriminación o la inequidad. El debate está abierto, aunque ahora pareciera que una regulación colaborativa y multisectorial es un camino más deseable y posible”, subrayó sobre el texto de Meneses.