Estatal
Desaparecidos Barranca 'La Aurora' y los 19 cuerpos encontrados

Foto por: Foto Los Editores / Emiliano Zapata, Ver.
Barranca 'La Aurora' y los 19 cuerpos encontrados

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06 de Abril de 2018 14:46 /
Iván SánchezEmiliano Zapato, Ver.- El olor a pollos muertos y en descomposición golpeaba el olfato de todos los que pasaban diariamente por ahí y ocultaba la verdad; 19 cuerpos humanos en el fondo de la barranca.
Los habitantes de la colonia Aquiles Córdoba Serdán, pasaban con miedo, habían escuchado leyendas de terror y el aroma no hacia mas que acentuar sus temores. Se contaban así mismos y a los demás, como para convencerse, que la avícola cercana a la comunidad arrojaba sus desechos la vacío.
Sin embargo el 19 de enero de 2016 fue un golpe de realidad para todos los que vivían cerca, las autoridades hallaron 19 cuerpos, aunque únicamente reportaron seis, y se destapó una verdad, la delincuencia usaba ese sitió para deshacerse de los cadáveres de sus víctimas.
Hoy se sabe que al menos dos exfuncionarios de la Fiscalía General del Estado de Veracruz en complicidad con elementos de la Secretaría de Seguridad Pública trataron de ocultar los hechos.
También hay indicios de que los verdugos de las víctimas que yacían (o yacen) en el fondo de la barranca, eran policías.
Nos avisaron de unos ejecutados en bolsas y respondimos
Luego de una denuncia, las autoridades de diferentes niveles fueron alertadas de la presencia de cuerpos humanos sobre la carretera que conecta El Lencero con la colonia Aquiles Córdoba Serdán.
Según relatan los primeros respondientes fueron policías municipales, ellos buscaban un par de cuerpos envueltos de bolsas de plástico, sin embargo no encontraron nada, la continuar con las indagatorias un niños les indicó que los muertos estaban en la barranca de La Aurora.
Los uniformados locales intentaron bajar por un camino hacia el fondo de la barranca, sin embargo antes de llegar al lugar fueron interceptados por elementos de la Policía Ministerial y de fuerzas estatales.
Los elementos del la Fiscalía General del Estado incautaron todos los equipos de comunicación de los policías municipales, radios y celulares, y les ordenaron que se retiraran de ahí. Los mandaron a vigilar a varios kilómetros de ahí sin ninguna otra explicación, hoy entienden porque.
Para los agentes la colonia Aquiles Córdoba Serdán no es, ni fue, un “punto rojo” que requiriera mayor vigilancia, ante la escasez de vehículos y elementos deben dar prioridad a otras comunidades en donde la incidencia delictiva es mayor.
La zona habitada por antorchistas, según relatan, sólo tiene de vez en cuando algún problema por gente tomada o situaciones similares, nunca imaginaron que ahí la Policía Estatal usaba la barranca como cementerio particular.
Cuatro días de cautiverio
Cuando ese 19 de enero llegaron las fuerzas de seguridad, lo hicieron para quedarse por varios días, atravesaron sus patrullas sobre el único camino que conecta la comunidad con el mundo exterior y controlaron todo el trafico de la zona.
Los habitantes relatan que durante cuatro días los policías controlaron férreamente la entrada y salida de gente y vehículos. Los agentes establecieron horarios para ello y fuera de estos era imposible moverse fuera de la Aquiles Córdoba Serdán.
Cuando las personas que trabajaban fuera de la colonia regresaban en la noche a sus hogares los gendarmes les exigían mostrar su credencial o alguna identificación que comprobara que eran habitantes de ahí, nadie más podía transitar por el lugar.
Según algunas notas periodísticas de aquel entonces a los reporteros y fotógrafos tampoco se les permitió acercarse, todo se manejó con discreción y secreto por parte de las autoridades.
Al día de hoy, la zona cercana a la barranca aun representa temor para algunos de los que habitan sus alrededores, muchos evitan pasar por el lugar y prefieren esperar a que el trasporte colectivo pase, aunque esto signifique perder hasta varias horas de su día.
Al niño se le apareció un espanto
Aunque en la Aquiles Córdoba Serdán nunca ha habido un funeral durante sus siete años de existencia, la gente creía que en las cercanías andaban algunas almas en pena que se aprecian para espantar a quien caminara en las cercanías de La Aurora.
Una “aparición” en particular llama la atención, varios meses antes del hallazgo de los cuerpos, un niño caminaba en las cercanías de la barranca sobre la carretera rumbo a su casa, cuando una mujer se le apareció de la nada pidiendo ayuda.
Los vecinos cuentan que el niño la describió como una mujer joven, vestía short blanco y estaba ensangrentada en todo su cuerpo.
El pequeño asustado corrió hasta su casa a contar lo que había visto, todos creyeron que era un “espanto” y decidieron poner una veladora en el lugar. De la mujer solo quedó el rumor, nadie la volvió a ver.
Sin embargo por las señas que describen podría tratarse de una de las víctimas de los Policías Estatales la cual sobrevivió al ataque.
Luego, cuando encontraron los 19 cuerpos, los pobladores volvieron a temer, tras la partida de los policías mandaron a llamar al sacerdote para que realizara unos rezos y bendijera el lugar y así alejar las malas vibras.
Ahora tal parece que ya no hay espantos, los adolescentes de la colonia bajan sin preocupaciones a la barranca en búsqueda de conejos o armadillos. Los únicos muertos son animales que alimentaran a unos cuantos en ese colonia un día conoció la muerte.