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Tagovailoa, Príncipe de las Mareas

10 de Enero de 2018 10:18 /

Abajo en el marcador por 13-0 al medio tiempo, Nick Saban juntó a sus dos quarterbacks y dio la orden... tajante, como siempre se maneja el legendario head coach: “Tua, vas a entrar en la segunda mitad”.

Así movió a sus fichas, así la Marea Púrpura inundó el Mercedes-Benz Stadium, de Atlanta, la noche del lunes. En tiempo extra, de nuevo abajo (23-20), el chico zurdo de Hawai completó una espiral perfecta de 41 yardas con DeVonta Smith, otro novato, para dejar tendido a Georgia en el partido por el título colegial. No había más, Alabama era campeón, Saban levantaba su sexto cetro y el milagro se consumaba.

"Para mí, esto es el mundo", dijo el ahora famoso Tua Tagovailoa. “Pero la gloria es de Dios, es increíble lo que él ha hecho conmigo y con mi familia”.

Apenas en diciembre, un video del egresado de la preparatoria Saint Louis, de Honolulu (la misma de la que salió Marcus Mariota), se hizo viral, pero no era de sus acciones en el campo, sino de él cantando y tocando el ukulele en la oficina de coaches de Alabama. No había mucho que escribir de él antes del lunes; en la temporada apenas había tocado el balón: sólo 53 pases de los que completó 35 para 470 yardas, con ocho TD y una intercepción.

Ante los Buldogs, completó 14 de 24 para 166 yardas y tres TD; pero ese pase culminante en segunda oportunidad y 26 que lanzó casi desde medio campo le dio el cetro a Alabama, y lo convirtió, apenas a sus 19 años, en icono de este prestigioso programa de futbol americano; irónico, él creció deseando jugar con los Troyanos de la Universidad del Sur de California.

Tua narró que cuando recibió las órdenes de buscar ese pase, asimiló también dos señales; la primera fue de su compañero Smith, quien recibiría su envío en las diagonales. “Confía en mí, hermano, confía en mí”, le dijo al tiempo en que le guiñaba el ojo, acaso para aligerar la presión; la segunda vino de su propio talento: leyó bien al safety que estaba en cover 2 y que dejaría desguarnecido el lado izquierdo. Así se dio lo inaudito, el novato que entró al medio tiempo les había dado el cetro. “Con Cristo, mi salvador, todas las cosas son posibles y eso fue lo que pasó”, dijo el quarterback del cabello teñido parcialmente de amarillo en una entrevista minutos después de lograr el cetro.

Al final, al héroe de 1.85 metros se le vio abrazado de sus padres, Galu y Diane, quienes se mudaron de Hawai a Alabama para estar con sus hijos. El progenitor es de la idea de “la familia debe estar junta”, así lo ha señalado continuamente.

Tua tiene un hermano menor, Taulia, también quarterback; juega en la preparatoria Thompson, a una hora del campus de Alabama. Se dice que lo pretenden universidades como Florida, Hawai, Ole Miss, Oregon e incluso la propia Marea Púrpura, en deuda desde el lunes con el apellido Tagovailoa.


PP

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