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De la Jaiba Brava a Pelé; el paraíso de las playeras

Foto por: Excelsior /
De la Jaiba Brava a Pelé; el paraíso de las playeras
08 de Noviembre de 2017 09:47 /
Entre las playeras que utilizó el brasileño Edson Arantes do Nascimiento, ‘Pelé’, en la Copa del Mundo de México 1970 y las que usó Diego Armando Maradona en sus años felices con el Nápoles de Italia, Gabriel Bustamante habla de cómo su pasión por colección playeras inició desde los ocho años y ha continuado por 42 años, hasta conformar un catálogo de cuatro mil quinientos objetos que alguna vez estuvieron ligados a un futbolista."A los ocho años iba a ver los partidos de la Jaiba Brava y una vez el Chocolate Hernández me regaló una camiseta. La guardó mi mamá y todavía la tengo. De ahí en adelante me apasione por el gusto de tener playeras que fuera usadas por jugadores y luego objetos”, dijo Gabriel Bustamante, coleccionistas de playeras de futbol.
Con motivo de la séptima Ceremonia de Investimento del Salón de la Fama del Futbol de Pachuca, se presentó en el Museo Interactivo del Futbol una exposición con 106, de los 4 mil 500 objetos que tiene en su casa, Gabriel Bustamante. En la muestra resalta la llave de la Ciudad de México que recibió Pelé cuando fue campeón del Mundo en 1970. Playeras de Cruyff, Maradona, Eusebio, Garrincha, Luis García y un sin fin de protagonistas de la historia del futbol.
"No han sido muchos viajes para conseguirlas, más bien fueron muchos contactos en todo el país y el mundo para traerlas. Tengo conocidos en Brasil, en Inglaterra, en Argentina. En subasta he ganado algunas, en Europa existe el gusto por conservar objetos del pasado y allá hay muchas prendas valiosas”, cuenta Bustamante.
El primer objeto que consiguió Gabriel Bustamante fue una playera de la Jaiba Brava de Tampico Madero y la última, una de Beckenbauer, que le costó tres mil euros y está por llegar a su casa.
"No conseguía una de Beckenbauer, tenía como cinco años y no la conseguía. Hace unos meses conseguí una que usó en el Cosmos de Nueva York y el traslado es lo más difícil. Porque estaba en Europa, luego en Estados Unidos y luego se extravió. Luego hablé con la compañía de transporte y lo redireccionó. Fue complejo, pero es parte de la vida de una camiseta, juntar historias”.
PP