Municipios
Deja Sentir su Fuerza Con un crujido en el aire Franklin deja a oscuras a Vega de Alatorre
Foto por: Iván Sánchez / Vega de Alatorre
Franklin tocó tierra cerca de la una de la madrugada, sin embargo dejó sentir su fuerza desde horas antes en un municipio donde sus habitantes viven entre la pobreza y la incertidumbre.
Foto por: Iván Sánchez / Vega de Alatorre
Franklin tocó tierra cerca de la una de la madrugada, sin embargo dejó sentir su fuerza desde horas antes en un municipio donde sus habitantes viven entre la pobreza y la incertidumbre.
Foto por: Iván Sánchez / Vega de Alatorre
Franklin tocó tierra cerca de la una de la madrugada, sin embargo dejó sentir su fuerza desde horas antes en un municipio donde sus habitantes viven entre la pobreza y la incertidumbre.
Foto por: Iván Sánchez / Vega de Alatorre
Franklin tocó tierra cerca de la una de la madrugada, sin embargo dejó sentir su fuerza desde horas antes en un municipio donde sus habitantes viven entre la pobreza y la incertidumbre.
10 de Agosto de 2017 09:42 /
Un crujido retumbó en el aire y Vega de Alatorre se quedó completamente a oscuras, solo las luces rojo y azul de ls sirenas cortaba la penumbra en dos.Franklin tocó tierra cerca de la una de la madrugada, sin embargo dejó sentir su fuerza desde horas antes en un municipio donde sus habitantes viven entre la pobreza y la incertidumbre.
Uno a uno los árboles comenzaron a caer, las láminas volaron y del precario sistema de drenaje surgió a borbotones el agua dejando encharcamientos en las calles.
En la comunidad de la Higuera la gente se negó a salir a pesar de la cercanía del río, temían mas a los ladrones que al huracán y a pesar de los ruegos de los elementos de Protección Civil municipal prefirieron quedarse en el interior de sus viviendas.
Sin embargo de otras comunidades la gente optó por refugiarse en el albergue habilitado por el municipio, una pequeña telesecundaria cuyos salones de concreto sirvieron de mayor guarida que lo que podían ofrecer pequeñas casas de madera y lamina.
Aún así los refugiados se vieron obligados a dormir en los pupitres o en los escritorios pues las colchonetas eran escasas y eran designadas a las personas que más las necesitaban por enfermedad o a causa de la edad.
Cerca de las seis de la mañana la lluvia y el viento cesaron, el cielo relámpagueaba como anunciando una segunda embestida y a los pobladores de Vega de Alatorre únicamente les queda esperar... rezar por el bien de toda su comunidad.
JC
