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El golpe letal que lo sepultó a la gloria

04 de Agosto de 2017 19:33 /

Fueron ocho años los que estuvo persiguiendo la victoria anhelada. Después de tres peleas, la espinita estaba clavada por la forma en cómo los jueces habían dado sus veredictos. En el cuarto episodio de su combate ante Manny Pacquiao, demostró al mundo que el filipino no era invencible, sepultó todos los espectros con un golpe letal en la quijada que mandó a “Pacman” a la lona sin que pudiera levantarse.

Un movimiento que pulieron durante dos meses, al lado de Nacho Beristáin.

Aquella batalla del 8 de diciembre de 2012 fueron momentos de tensión. En el tercer round, Márquez lo mandó a la lona con un volado, pero después no decidió ir por él por precaución a que le soltara un fuerte impacto. En el quinto, vio un enfurecido Pacquiao, a lo que calificó como un “toro embravecido”.

El mexicano sangraba de la nariz, un corte en el tabique. Algunos aficionados estaban alarmados.

En el sexto, Pacquiao realizaba fintas y lanzaba el uno-dos. “En una de esas, hace la finta, me muevo a su derecha y me cuelo en su guardia con la rapidez suficiente para aprovechar su propia velocidad y la mía. Entonces, si el impacto que di iba con potencia, agarró el doble porque él se me venía encima. Sentí en mi mano los huesos de su quijada y lo vi caer”, explicó Márquez después de unos años de la pelea.

Paquio estuvo en la lona durante unos instantes y las cámaras de televisión captaron el momento en el que su esposa Jinke lloraba.

Algunos pensaron que Pacman estaba muerto.

Después de la cuenta oficial, Márquez corrió a una de las esquinas para desahogar aquél grito que guardó por años.


PP

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