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Celebran 150 años de la gesta heroica de Juárez

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Celebran 150 años de la gesta heroica de Juárez
27 de Julio de 2017 09:16 /
Actuar de espaldas a la historia significa emprender una aventura destinada al fracaso, a la desorientación o al extravío, así recordó la Academia Nacional de Historia y Geografía los 150 años de la Restauración de la República, cuando el presidente Benito Juárez entró triunfante a la Ciudad de México, tras la caída del emperador invasor Maximiliano de Habsburgo y del triunfo en la Guerra de Reforma, en la que se separó la Iglesia y el Estado.En el Castillo de Chapultepec como escenario, fueron condecorados 12 descendientes directos de los héroes que participaron en los distintos procesos históricos del país y en la construcción de una nación republicana, soberana y laica.
Las preseas fueron para el presidente electo del ayuntamiento de San Andrés Tuxtla, Veracruz, Octavio Pérez Garay, quien es descendiente de José María Villegas, coronel defensor de la República en la liberación del Puerto de Veracruz; Socorro Cortés de Rueda, presidenta de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, como viuda de Juan Rueda Ortiz, defensor de la República Española, y Flor Ruiz Cortines, hija del expresidente Adolfo Ruiz Cortines.
Las hermanas Marisela y Rosalba Sierra Partida y la periodista Yuriria Sierra también fueron condecoradas en nombre de Alfonso Sierra Partida, director de la Escuela Normal Superior y gran maestro de las Logias de América Latina y el Caribe; asimismo, se condecoró a Venustiano Carranza Peniche, nieto del expresidente mexicano.
También fueron reconocidos, Manuel Jiménez San Pedro, familiar de Carlos María Bustamante, redactor del Acta de Independencia del Imperio Mexicano, y los tataranietos de Manuel Ávila Camacho, Rodrigo Fernández Chedraui, y de Benito Juárez, Rosa Elena Sánchez Juárez y Torres, entre otros.
“Hechos y circunstancias ocurren en el tiempo y en el espacio humano, para forjar la verdadera dimensión del acto heroico, y al remitirnos a la epopeya de timbres inmortales, que hoy conmemoramos”, destacó el diputado federal Luis Maldonado Venegas, canciller de la Gran Orden de la República.
El legislador señaló que al término de la lucha entre el Ejército francés y el grupo de mexicanos a cargo del general Ignacio Zaragoza, entre el olor de pólvora y muerte, se preguntaban los heroicos mexicanos: ¿es verdad que triunfamos?
“No lo sabemos, se está haciendo el recuento de las bajas —respondía Ignacio Zaragoza—. Por el momento vencimos a las Fuerzas del Mal, pero en adelante vendrán otras batallas, otras guerras y otras conflagraciones destructivas”, rememoró al acotar las muchas batallas que el país tuvo que enfrentar en el paso de las décadas venideras.
Además se refirió a Juárez como nuestro santo laico, quien, como no tenía el poder de Dios, fue incapaz de afirmar hágase la luz, pero en cambio sentenció ‘hágase la ley’ y la ley se hizo.
Por su parte, José Elías Romero Apis, canciller de la Gran Orden de la República, sentenció que la Reforma Liberal Mexicana, cuya victoria hoy seguimos celebrando, es la consecuencia política que nos permite explicar todo lo que sucedió en México, desde el Grito de Dolores hasta el Plan de Ayutla.
“Es, a su vez, la causa política que nos permite explicar todo lo que ha sucedido en México desde la estipulación de 1857 hasta nuestros días. No tener una idea muy clara del contenido político de la Reforma nos deja en riesgo de no percibir, con claridad, lo que ha sucedido en los últimos años”, advirtió.
El Castillo de Chapultepec es emblema de las leyes de Reforma; de acuerdo con la historia oficial, el presidente Juárez se alojó en ese sitio algunos días antes de su llegada a la capital, el mismo que había albergado a Maximiliano de Habsburgo y a su esposa Carlota hasta su detención y fusilamiento.
La misma noche del 14 de julio en Chapultepec, decidió que el hoy Paseo de la Reforma recibiría ese nombre para rendirle tributo a los héroes de la Reforma, aunque la ruta inicial había sido trazada por Maximiliano.
“Pero se logró mucho con la Reforma. No se dudaba de la viabilidad nacional. La monarquía pasó a la historia. Finalizó la oposición entre conservadores y liberales, el regionalismo se había reducido y el poder de la Iglesia se había difuminado”, apuntó Romero Apis.
En este sentido, el jurista, comentó que las Leyes de Reforma de Juárez inspirarían a otras latitudes, que pasarían por procesos similares, aun sin tener la consciencia de que estaban emulando, sin proponérselo, a una generación de mexicanos.
En el evento participaron, Ulises Casab Rueda, recipiendario de la Medalla Ignacio Comonfort y miembro honorario del Cuerpo de Defensores de la República Mexicana; Salvador Rueda Smithers, director del Museo Nacional de Historia-lNAH, Castillo de Chapultepec, y el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles.
Asimismo acudieron a la ceremonia conmemorativa la secretaria general del PRD, Beatriz Mojica; Juan Carlos Sánchez Magallán, presidente del Congreso Nacional de la Abogacía A.C.; María de los Ángeles Fromow, propulsora del sistema penal acusatorio, y Manuel Reguera, presidente de la Academia Mexicana de Derecho Internacional.
Finalmente, la clausura en el Hemiciclo a Juárez estuvo a cargo de Manuel Jiménez Guzmán, gran Maestro de los Grados Filosóficos del Oriente Mexicano, presidente de Laica Internacional y de Avanzada Liberal Democrática.
EN LA SEDE DE LAS FIESTAS IMPERIALES
Todavía a inicios de 1867 el Castillo de Chapultepec albergaba la sede de un efímero imperio que llegaba al ocaso junto a su líder, Maximiliano de Habsburgo. Sin embargo, a 150 años de distancia, se convirtió en el sitio perfecto para conmemorar el restablecimiento de la República por Benito Juárez.
Un conjunto de liberales mexicanos, gran parte de ellos pertenecientes a la Academia Nacional, convocados por Luis Maldonado Venegas y José Elías Romero Apis, cancilleres de la Gran Orden de la República, se dieron cita este miércoles en donde antaño se celebraban las fiestas imperiales para, ahora, recordar la obra y legado del Benemérito de las Américas en beneficio de la democracia y del bien común.
En un sólo lugar se encontraron los descendientes de aquellos grandes liberales que, de alguna u otra manera, dieron forma a la nación mexicana entre los siglos XIX y XX como Juárez, Matías Romero, Juan Rueda, Alfonso Sierra Partida, Miguel Alemán, Venustiano Carranza, Manuel Ávila Camacho, Adolfo Ruiz Cortines, Adolfo López Mateos, Luis Echeverría, José López Portillo y Miguel de la Madrid.
Durante la actividad, cada uno de los herederos de dichos personajes históricos fue galardonado con una presea, así como un diploma por el legado de su antepasado y su trascendencia para el México actual.
Simbolismos de la masonería rodearon la celebración, desde el piso cuadriculado a blanco y negro del Alcázar de Chapultepec, imágenes del compás y la escuadra, así como alegorías sobre el Gran Arquitecto del Universo o también pinturas que representan a Juárez con la indumentaria propia de un masón.
Incluso, en su discurso Maldonado Venegas tras pedir a los asistentes amar, servir y engrandecer a México, pidió no retroceder ni olvidar a los grandes guías que dieron su vida por la Patria y les deseó recibir “en este día, el ósculo de paz del Gran Arquitecto del Universo”.
Al lugar también llegó el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles y la secretaria general del PRD, Beatriz Mojica, quienes junto a Maldonado y Romero Apis ocuparon algunas de las sillas que tienen historia y que se resguardan en ese recinto.
Incluso, en el emblemático monumento los oradores coincidieron en que es imperativo hacer memoria del pasado y plasmar en el presente los ideales republicanos, así como que siempre es necesario recordar los separatismos regionales, pero también los pactos federales.
Tras realizar un pase de lista para homenajear a los héroes caídos en Chapultepec durante la intervención estadunidense de 1847 y como acto de solemnidad republicana, los cadetes presentes condujeron los honores a la Bandera Nacional para, posteriormente, entonar el Himno que nos identifica como mexicanos.
Al término del acto protocolario los asistentes se trasladaron a la Alameda Central, lugar en el que se encuentra el Hemiciclo a Juárez, monumento edificado por orden de Don Porfirio Díaz y que año con año es el sitio idóneo para homenajear al que es considerado, por muchos, como “uno de los más grandes hijos que ha dado la Patria”.
Justo a los pies de la escultura realizada con mármol de Carrara y que representa a la Patria y la Ley coronando con laureles a Juárez, el jurista Juan Carlos Sánchez Magallán y Manuel Jiménez Guzmán, Gran Maestro de los Grados Filosóficos del Oriente Mexicano, elogiaron con su oratoria las acciones, no sólo del Benemérito sino de todo el histórico equipo de liberales que condujeron la segunda independencia de México.
La amenaza de lluvia no impidió que el acto conmemorativo continuara pues en presencia de invitados especiales entre ellos, la tataranieta de Benito Juárez, Rosa Elena Sánchez Juárez y Torres se entregaron más insignias y reconocimientos, ahora a María de los Ángeles Fromow, propulsora del nuevo sistema de justicia y a Manuel Reguera, presidente de la Academia Mexicana de Derechos Internacional.
Al finalizar la entrega de los reconocimientos y con las primeras gotas de lluvia vespertina, llegó a su fin la solemne conmemoración del triunfo de la República.
“SE HAN CUMPLIDO IDEALES DE JUÁREZ”
Para Flor Ruiz Cortines, hija del expresidente Adolfo Ruiz Cortines es imperativo que como mexicanos conozcamos y hagamos referencia a nuestras raíces y pasado para poder trazar una ruta como nación.
“Yo creo que todos los días tenemos que hacer referencia a nuestro pasado, hay una frase que dice que quien no conoce su pasado, no sabe a dónde dirigir su futuro, eso es importante. Además es muy importante que cada mexicano tenga presentes sus raíces, de dónde venimos, y con base en eso, a dónde queremos ir como mexicanos y, desde luego, como nación”, puntualizó.
En entrevista con Excélsior, durante la conmemoración en el Castillo de Chapultepec por el 150 aniversario de la Restauración de la República expuso que los deseos de bienestar para México del presidente Benito Juárez se han cumplido con el paso de las décadas.
“Yo creo que los ideales de don Benito Juárez sí se han cumplido, pues gracias a estas bases hoy tenemos libertades, hoy tenemos estabilidad política, podemos transitar en una democracia, suficiente si bien, pero una democracia libre.
“Esencialmente creo es resaltar la figura de Juárez, que es bastión de nuestra República, bastión de nuestra patria y a veces se nos olvida, de pronto la gente se acuerda de su natalicio, pero olvida los actos políticos trascendentes que tuvieron lugar en su mandato, su plataforma, digámoslo, su plataforma política mucha gente la desconoce”, consideró.
La heredera del presidente que gobernó México entre 1952 y 1958, indicó a este diario que fue de suma importancia recordar los 150 años de la restauración de la República, como lo hicieron la Academia Nacional y la Gran Orden de la República, pues se trató de un hecho que marcó la historia moderna política de nuestro país.
Incluso refirió que también se necesita recordar a todos aquellos personajes, hombres y mujeres, que trabajaron de forma incasable para forjar a la nación mexicana, no únicamente durante la época de Juárez, sino también en todo el siglo XX.
“La responsabilidad del cambio de nuestro país, fue primero en manos del presidente Miguel Alemán, después darle continuidad a este cambio, a esta entrada a México darle una presencia internacional fue la responsabilidad de mi padre como mandatario, continuar con la política, primero que nada, la política de civiles.
“Miguel Alemán fue el primer presidente civil, era muy importante que le diera una continuidad de nuestra civilidad a partir de esos muchos cambios que vivió nuestro país entrando a una época moderna que, gracias a ella y a los demás presidentes que le siguieron, hoy tenemos la democracia que hay en nuestro país”, sostuvo.
Tras ser galardonada junto con otros descendientes de mandatarios y personajes que influyeron directamente en la historia de México, Ruiz Cortines Campos se dijo orgullosa por el legado de su padre.
“Yo siempre digo que ser hija de Adolfo Ruiz Cortines es un orgullo, un honor y una casualidad, no se me puede atribuir, no es una cualidad mía digamos, es una circunstancia y por otro lado tengo la responsabilidad de respetar esa memoria y tratar de aportar en la medida de mis posibilidades algo que yo pueda a mí país”, externó.
Respecto a qué es lo que cada mexicano debe recordar y preservar del ideal de nación que condujo a la restauración de la República hace 150 años, Flor Ruiz Cortines indicó que la unidad es el punto central.
“Cada quien desde nuestra trinchera, por poquito que sea lo que hagamos, tenemos que hacerlo siempre pensando en conservar la honorabilidad de nosotros mismos, ser honorables, ser rectos, ser honestos.
“Tomando como base a la honestidad y rectitud, como individuos, estamos haciendo algo por nuestro país, y en la medida en que hagamos nuestro mejor esfuerzo unidos, podremos siempre conservar este país que es maravilloso y que nos ha dado tanto”, finalizó.
DEBEMOS RECORDAR LAS VICTORIAS: ROMERO APIS
Para el jurista José Elías Romero Apis, la conmemoración del 150 aniversario de la Restauración de la República merecía ser recordada con la instalación de una orden y una nueva condecoración que se convirtieran en legado para las generaciones venideras.
Recordó que apenas hace unos meses, en el Palacio de Minería del Centro Histórico de la Ciudad de México, junto con Luis Maldonado, le surgió la idea de recordar, con la instalación de una condecoración, la entrada triunfal del presidente Benito Juárez a la Ciudad de México y el fin de guerra civil e intervención extranjera.
Además, relató que platicó con el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos, sobre la pertinencia de festejar los principales triunfos bélicos que concluyeron con la restauración de la República y el fin del imperio de Maximiliano de Habsburgo.
“Estábamos a finales del año 2016 y se nos ocurría que en unas cuantas semanas comenzaría el año en el que se celebraría, o debiera celebrarse, el sesquicentenario de lo que hemos llamado la victoria de la República. Ese semestre luminoso en el que tuvimos exclusivamente victorias como mexicanos en la batalla de Guadalajara, en la de Monterrey, en la de Toluca, en la de Puebla del 2 de abril, en la de Querétaro del 15 de mayo y ¡por fin! el 15 de julio la entrada de Juárez a la Ciudad de México”, refirió el colaborador de Excélsior.
Ante esto, durante su discurso, el abogado lamentó que gran parte de los mexicanos tengan mayor interés en recordar las derrotas que en hacer memoria y celebrar los grandes hechos históricos que han dado la victoria a nuestra nación.
“Nos hacíamos una pregunta: ¿Por qué los mexicanos tenemos tal obsesión en soterrar nuestras victorias patrias? ¿Por qué no nos gusta, en el fondo, el 27 de septiembre? ¿Por qué no nos gusta la celebración de los Tratados de Teoloyucan, que ponen fin a la usurpación? ¿Por qué el 25 de mayo es una fecha en que ya no recordamos la remisión de la dictadura? ¿Por qué nos fascinamos con muchas de nuestras derrotas y nos olvidamos de muchas de nuestras victorias?, cuestionó.
Para Romero Apis, la reforma liberal mexicana, cuya victoria hoy seguimos celebrando, es directamente una consecuencia que nos permite explicar al México actual y, así, comprender los hechos que nos rodean como país.
Destacó que, tras años de guerra entre mexicanos, una intervención y un imperio, Benito Juárez pudo, por fin, acabar con ese episodio de la historia del país y logró ingresar triunfalmente a la capital de la República Mexicana, el 15 de julio de 1867.
RUEDA PONDERA EL VALOR DE JUÁREZ
Hoy, a la distancia es posible ver a Benito Juárez en su proporción humana, un hombre que tuvo la convicción de no haber más que llenado los deberes de cualquier ciudadano que hubiera estado en su puesto al haber vivido una invasión de un ejército extranjero; cumplió su deber de resistir sin descanso hasta salvar las instituciones y la independencia que el pueblo mexicano le había confiado, aseguró Salvador Rueda Smithers, director del Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec.
En el Castillo de Chapultepec, como escenario de la Ceremonia Conmemorativa de la Restauración de la República en 1867, el director del museo recordó que en aquel sitio, Juárez debió redactar un texto de salutación después de recibir el que le mandara el ayuntamiento capitalino. Respondió así a la cortesía del presidente del Ayuntamiento, Antonio Martínez de Castro, con el pequeño discurso.
“Hoy, de vuelta a la capital, tengo el deber de informarles que ni la Constitución ni la Independencia han sufrido menoscabo a pesar de haber sido terriblemente corrompidas. No llego a México como conquistador, no llevo el terror sino la libertad y la paz que deseo que comiencen a gozar desde hoy todos los habitantes del país sin distinción alguna y espero que esto sea cumplido”, versó aquel manuscrito.
Con aquel mensaje, parecía repetirse el grito vencedor con los mejores hombres del federalismo en enero de 1861, cuando los defensores de la Constitución de 1857 regresaron victoriosos a la sede de los poderes federales. Aunque habían de abandonar nuevamente la ciudad de mayo de 1863 en un éxodo de cuatro años, pero esta vez volvieron con un triunfo definitivo, se trataba de la resurrección de la República en aquel 15 de julio de 1867 con la Restauración de la República.
“Las noches del 15 y 14 de junio el presidente Juárez revisaría la redacción de su manifiesto a los mexicanos, era el manuscrito que leería con los altos y bajos de la oratoria en el balcón del Palacio Nacional como parte culminante de la entrada triunfal del gobierno de la República a la Ciudad de México”, rememoró.
Rueda refirió que aquellas noches de julio de 1867 debieron de ser templadas y húmedas, como también lo sería en su ocaso, un lustro después, cuando el 18 de julio de 1872, cuando falleció, “para dar paso los relatos entretejidos entre la verdad y los hechos fantásticos, el amor y la admiración de sus correligionarios, con sus viejos y nuevos oponentes y se echó a andar la ingeniería de la memoria”.
SILVANO: MÉXICO REQUIERE DE HOMBRES DE ESTADO
Se hace indispensable que el destino de la nación quede en manos de hombres de Estado, servidores públicos fieles a los valores republicanos sobrios, austeros y comprometidos a lograr el bien común, así como dedicados a servir a los más nobles intereses de la patria y sus ciudadanos, afirmó el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, al participar en la Ceremonia Conmemorativa de la Restauración de la República en 1867.
En el Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec, el mandatario estatal señaló que México reclama hombres con vocación constructiva, íntegros, que abonen al perfeccionamiento de la democracia y que construyan una convivencia pacífica, de entendimiento y reconciliación.
“Necesitamos romper el paradigma en el que se vive y ejerce la política y perfeccionar nuestro régimen político; de otra manera, el desarrollo económico, social y humano seguirá una larga espera”, recalcó al reconocer a los héroes que participaron en las Leyes de Reforma y la consolidación de la República.
Asimismo, agregó que el panorama del país es complejo debido a la violencia que azota y altera la paz en muchas zonas, que vulnera la igualdad de oportunidades, impide el goce de la cultura y pone en grave riesgo el ejercicio de los derechos de la mayoría de los mexicanos.
En este sentido, alertó que es inadmisible atentar contra las instituciones, quebrantar la ley o vulnerar los canales de diálogo que nos llevarán a una concordia real o a la gobernabilidad sustantiva, ya que “la capacidad de un gobernante, su altura de miras y talla de estadista debe ser proporcional a su capacidad de reconocer los objetivos comunes”.
Son tiempos, dijo, de construir la siguiente etapa de México para fortalecer su vida institucional y hacerle frente a los retos presentes y futuros. No son tiempos para autoritarismos que sólo dividen y excluyen al que piensa diferente, al que disiente sobre una visión absolutista de la realidad.
“Las razones que hoy nos motivan son muchas y suficientes: coincidir en ideologías creencias o gustos no es una regla, porque en la diversidad está nuestra riqueza como sociedad y en la pluralidad nuestra fortaleza como nación”, expresó.
Finalmente, reviró que los tiempos nos obligan comprender a plenitud el valor aglutinante y constructivo de las instituciones y las leyes como basamento sólido y durable de la democracia y la justicia, como lo hiciera Benito Juárez.
DSv