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Me Merezco Mi Libertad Los argumentos de Pascual Lagunes no fueron suficientes

24 de Mayo de 2017 20:10 /

Cerca de las 8:45 de la mañana la camioneta blindada llegó a las salas de juicios orales en la ciudad de Veracruz, a bordo venia un hombre que algunos creyeron intocable y todo poderoso.

Vestido con playera naranja, pantalón beige y chanclas azules descendió Pascual Lagunes Ochoa, líder sindical de la empresa mas grande de Veracruz.

Su paso era lento, se apoyaba en los custodios, pero mostraba un dejo de esperanza en la cara que algunos atribuían a un supuesto pacto entre el representante obrero y el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, para que Lagunes Ochoa saliera libre.

En el interior de la sala de juicios orales ya lo esperaban sus familiares y algunos de los más fieles obreros del sindicato, a los cuales dedicó una sonrisa.

- ¡Muchooo! - Pascual rompió el silencio de la sala con su clásico grito de guerra, para luego dejar caer su delgada figura sobre la silla frente a la jueza de control.

En la audiencia el rostro de Lagunes de Ochoa pasó por casi todo el espectro emocional conocido por el hombre; confianza, al escuchar a los testigos que lo defendían; felicidad, al pensar que los argumentos de su abogado serian suficientes para dejarlo en libertad; enojo o miedo cuando la jueza Tomasa Delgado Serna determinó que el líder sindical enfrentaría un juicio por la probable comisión de los delitos de homicidio e incitación a cometer un delito.

El hombre que proporcionó miles de votos a exgobernadores, aquel que se codea con empresarios exageradamente ricos, el que pone y quita trabajadores en una planta con alto grado de importaciones; ese hombre dormirá en la cárcel.

Pascual se peinaba constantemente y se secaba el sudor con un pañuelo rojo, como si se preparara para salir libre y posar ante las cámaras de los medios de comunicación. Pascual sería que debían dejarlo ir, argumentaba que él nunca estuvo en la zona del enfrentamiento entre dos facciones de trabajadores que como resultado dejó dos personas muertas y varios heridos.

“No estuve ahí, al no estar ahí nunca lastime a nadie, ni mucho menos dar muerte a alguien, (…) me merezco mi libertad”

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