Cultura

Nueva vida para los murales de Orozco

10 de Mayo de 2017 13:09 /

Los trabajos de restauración en los murales de José Clemente Orozco del Paraninfo de la Universidad de Guadalajara (UdeG) han concluido, a pocos días de cumplirse un año del sismo que los afectó.

Con 4.8 grados Richter y epicentro en Tesistán, el 11 de mayo de 2016 el acervo cultural jalisciense se dañó con una serie de grietas en “El pueblo y sus falsos líderes” y “El hombre pentafásico”, murales ubicados en el mismo edificio que alberga el Museo de las Artes de la UdeG. El rector Tonatiuh Bravo expresó que la conservación de los murales es esencial para la UdeG, por ser parte importante del patrimonio cultural de la casa de estudios, al mismo tiempo que lo es para México.

El director del Centro de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam) del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Ernesto Martínez Bermúdez, señaló que los trabajos terminaron de acuerdo con el plazo establecido, luego de cuatro meses de labores (la restauración tuvo que esperar a que pasara el temporal de lluvias). El director de Cencropam recordó que el INBA había asistido en dos ocasiones al intervenir estos murales de Orozco (1986 y 1996). En 2003 se intervinieron, sin su presencia. En esta ocasión trabajó un equipo de diez profesionales: cuatro de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente (ECRO) de Guadalajara y seis de Cencropam. El equipo estuvo comandado por Alberto González Vieyra y David Oviedo Jiménez.

Durante los trabajos de restauración, un descubrimiento fue encontrar los patrones de grietas en las partes laterales del mural frontal: esto por la preexistencia de arcos que fueron tapiados antes de que Orozco pintara allí. Para solventar las grietas, una de las técnicas usadas por los restauradores fue la inyección de material: no tan fuerte, para que en caso de un sismo posterior sea ese material añadido el que pierda y no el original. El trabajo previó la consolidación interna con material afín al original. Otro hallazgo fue que previamente hubo adhesión de capas de pintura, mantenimiento sin supervisión del cual no se tiene registro de cuándo sucedió.

En la cúpula, gracias a las labores de escaneo, se descubrió que hay una estructura de metal, con un muy buen diseño a decir de Alberto González. Al final de la restauración, el equipo de Cencropam contempla la entrega de un informe y un manual de conservación, con propuestas y observaciones para el trato de los murales, que incluye también a la arquitectura. González Vieira detalló que uno de los enemigos de los murales es el polvo mismo, que además de mermar la calidad del cromatismo a largo plazo su acumulación atrae humedad. La recomendación, por ejemplo, es retirar el polvo con plumeros (plumas de ganso o avestruz y mango de bambú), siempre por personal especializado. Este tipo de cuidados mínimos evitan gastos mayores a largo plazo.

CC

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