Internacional

En Egipto, el Papa convoca a la fraternidad ante el extremismo

29 de Abril de 2017 11:40 /

El papa Francisco abogó por la hermandad y la caridad frente al extremismo este sábado ante miles de fieles en un estadio de El Cairo, bajo un gran dispositivo policial, tres semanas después de los atentados contra la minoría cristiana en Egipto.

En su segundo y último día de visita a la capital egipcia, Francisco presidió la misa, organizada en el estadio '30 de junio' del Ejército del Aire, entre grandes medidas de seguridad precisamente para intentar evitar ataques de radicales islamistas.

Los aledaños del propio estadio en el que se celebró la misa fueron escenario en 2015 de la muerte de una veintena de hinchas que asistían a un partido de futbol y que fallecieron por la aglomeración en el evento, aunque varias ONG dijeron que la policía al lanzar gases lacrimógenos contribuyó al desastre.

"A Dios solo le agrada la fe profesada con la vida, porque el único extremismo que se permite a los creyentes es el de la caridad", dijo el Papa en su homilía en ese lugar, al que había llegado a las 09:30 horas locales (07:30 GMT).

"Cualquier otro extremismo no viene de Dios y no le agrada", advirtió Francisco ante un auditorio al que instó a no tener "miedo a amar a todos, amigos y enemigos, porque el amor es la fuerza y el tesoro del creyente".

Las palabras del Papa se escucharon cuando se cumplen exactamente veinte días de los ataques terroristas contra iglesias coptas en el norte de Egipto que causaron la muerte de 46 personas y al día siguiente de exhortar a líderes religiosos, en su mayoría musulmanes, a expresar un "no fuerte y claro" a la violencia.

Antes del comienzo de la misa el pontífice saludó a los asistentes desde un carro de golf que dio la vuelta al estadio, al que acudieron, según datos de la agencia oficial egipcia MENA, unas 25 mil personas.

El Vaticano, por el contrario, indicó que a la misa asistieron quince mil fieles.

En el vehículo le acompañaba el patriarca copto católico, Ibrahim Isaac Sedrak.

"La verdadera fe es la que nos hace más caritativos, más misericordiosos, más honestos y más humanos; es la que anima los corazones para llevarlos a amar a todos gratuitamente, sin distinción y sin preferencias", añadió Francisco en su alocución.

E insistió en su mensaje de paz a quienes son diferentes de uno mismo: la fe, dijo, "nos hace ver al otro no como a un enemigo para derrotar, sino como a un hermano para amar, servir y ayudar".

En su homilía el Papa dijo que de nada sirve la religiosidad si no está "animada al menos por igual fe y caridad" y advirtió contra guardar las apariencias, porque Dios "detesta la hipocresía".

"Para Dios, es mejor no creer que ser un falso creyente, un hipócrita", exclamó.

La misa es el acto principal de la jornada, dedicada especialmente a la comunidad católica en Egipto, un grupo religioso de apenas 200 mil personas en un país donde la mayor parte de sus casi 90 millones de habitantes son de religión musulmana.

Después de la misa, el acto central de su agenda de hoy, Francisco almorzó con altos responsables de la iglesia egipcia y después se reunió con la reducida comunidad católica de Egipto en el seminario mayor patriarcal copto católico de san León Magno, antes de regresar a Roma.

DESPEDIDA EMOTIVA

Antes de partir de regreso a Roma, el Papa envió un mensaje de ánimo a la reducida comunidad católica de Egipto, en un encuentro con clero, religiosos y seminaristas

"Os tendré siempre presentes en mi corazón y en mis oraciones. Ánimo y adelante", dijo el pontífice en una reunión celebrada en el seminario mayor patriarcal copto católico de san León Magno, en El Cairo.

Allí el Papa mantuvo el último acto público con representantes de la minoritaria comunidad de coptos católicos -para quienes el papa, obispo de Roma, es la autoridad suprema- y fue recibido por el patriarca copto católico, Ibrahim Isaac Sedrak.

En su discurso ante Sedrak y los religiosos y seminaristas, el Papa advirtió contra la "tentación del faraonismo", que es como definió a la actitud de "endurecer el corazón y cerrarlo al Señor y a los demás".

Es, agregó, "tener la presunción de dejarse servir en lugar de servir".

A los reunidos les reconoció que tienen "motivos para desanimarse" entre "numerosos profetas de destrucción y de condena, de tantas voces negativas y desesperadas" pero les instó a no "dejarse arrastrar por la desilusión y el pesimismo".

Tras este encuentro el Papa se dirigió al aeropuerto para volar desde allí de regreso a Roma, adonde tiene previsto llegar a las 20:30 horas locales (18:30 GMT).

El primer día de la visita del Papa a Egipto estuvo fundamentalmente dedicado a mantener encuentros con líderes religiosos musulmanes y de la comunidad copto ortodoxa -la mayoritaria entre los cristianos egipcios- y participó en una conferencia internacional de paz.


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