Cultura
Humor, sello cervantino

Foto por: Excelsior / España
Humor, sello cervantino
21 de Abril de 2017 10:59 /
Había prometido que su discurso sería una “lección cervantina” y así fue: el escritor español Eduardo Mendoza recibió ayer el Premio Cervantes de manos del rey Felipe VI, y lo hizo recordando con el sentido del humor marca de la casa lo reveladoras que han sido sus lecturas del Quijote.En el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), Mendoza reconoció con humildad que no pecaba de poco sincero al decir que nunca esperó recibir el galardón. “En mis escritos he practicado con reincidencia el género humorístico y estaba convencido de que eso me pondría a salvo de muchas responsabilidades. Ya veo que me equivoqué”, señaló.
Los “designios de los hados literarios”, como resaltó en su discurso el rey, quisieron que el año pasado se anunciara el nombre de Mendoza coincidiendo con el cuarto centenario de la muerte de Cervantes. Y “justo en el humor, cumbre de toda inteligencia literaria, es donde el barcelonés exhibe su condición de escritor cervantino”, añadió el ministro de Cultura, Íñigo Méndez.
Mendoza, que el pasado enero cumplió 74 años, también aludió al humor del Quijote, pero a ese que va más allá de algunos “espléndidos episodios jocosos” como el de los molinos de viento. Según afirmó, el humor en la mirada de Cervantes sobre el mundo reclama de inmediato una complicidad entre autor y lector, imponiendo una relación secreta que nace con el Quijote constituyendo “la esencia de lo que denominamos la novela moderna”.
El catalán contó cómo aprendió de Cervantes que se podía contar cualquier cosa “sin forzar la prosa, con claridad, sencillez, musicalidad y elegancia”. Y aquello fue “bálsamo y revelación” para ese Mendoza adolescente que soñaba con ser escritor, “pero no sabía ni cómo ni sobre qué”.
Después, ya hecho un bachiller “inexperto y pretencioso”, le atrajo sobre todo la figura de Alonso Quijano, pues como el Caballero de la Triste Figura, él también quería “correr mundo, tener amores imposibles y desfacer entuertos”. Y es que “un héroe trágico nunca deja de ser un héroe, porque es un héroe que se equivoca”, afirmó. “En eso, a don Quijote como a mí, no nos ganaba nadie”.
Según Mendoza, además, “sin la incidencia atropellada de don Quijote, hidalgos, labriegos, curas y mozas del partido reposarían en la fosa común de la antropología cultural”. Esa es, a su juicio, la función de la ficción: “no dar noticia de unos hechos, sino dar vida a lo que, de otro modo, acabaría convertido en prototipo y en estadística”.
Y lo recalca porque “vivimos tiempos confusos e inciertos” que nada tienen que ver con la política y la economía. Un “cambio radical” afecta al conocimiento, a la cultura, a las relaciones humanas; en definitiva, a nuestra manera de estar en el mundo”. No pretende ser alarmista, “ni tiene por qué ser nocivo, ni brusco ni traumático”.
Como Cervantes hizo con las novelas de caballería, Mendoza parodia el género policiaco en su serie del detective anónimo inaugurada en 1978 con El misterio de la cripta embrujada. Ésta, al igual que el resto de su obra, le ha valido tanto el apoyo de la crítica como la simpatía de un público fiel. Y a ello, subrayó, contribuyeron su “editor vitalicio” Pere Gimferrer y la desparecida agente literaria Carmen Balcells.
Con humildad, el escritor terminó alertando contra la vanidad —“una forma de llegar a necio dando un rodeo”—, pues premios como el Cervantes “entrañan un riesgo inverso al que corrió don Quijote: creerse protagonista de un relato más bonito que la realidad”. No obstante, “al que se echa a los caminos la vida le ofrece recordatorios de su insignificancia”. Y él seguirá siendo el de siempre.
El premio suele respetar la tradición no escrita que reparte alternativamente el galardón entre Latinoamérica y España, ya que el de 2015 lo recibió el escritor mexicano Fernando del Paso y el anterior el español Juan Goytisolo.
Nicanor Parra, Octavio Paz, Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa, Guillermo Cabrera Infante, Camilo José Cela y María Zambrano son algunos de quienes han obtenido este reconocimiento.
CC