Cultura

Fallece el politólogo Giovanni Sartori

04 de Abril de 2017 19:09 /

El politólogo italiano Giovanni Sartori, autor de libros como “Homo Videns: la sociedad teledirigida”, “La sociedad multiétnica” o “Elementos de teoría política”, y Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 2005, murió a los 92 años en Italia, informó hoy la prensa de ese país.

Sartori, nacido en Florencia el 13 de mayo de 1924, fue un intelectual lúcido, uno de los más importantes teóricos sobre la democracia, y no le escapaba a las declaraciones polémicas: ya sea contra el Islam o contra el papa Francisco, a quien en 2015 tildó de “lindo farsante” para después agregar: “en honor a la verdad, tengo un prejuicio contra los argentinos. A todos los italianos malos que había los hemos enviado a la Argentina”.

Fue, sobre todo, un estudioso de los sistemas partidarios, del crecimiento desmedido de la población mundial y de la influencia de la tecnología y la comunicación en la sociedad contemporánea.

En una de sus últimas entrevistas periodísticas había hablado sobre el posible triunfo de Donald Trump en las elecciones estadounidenses: “Es posible, sí. Es posible porque el homo videns, el hombre que solo entiende aquello que ve con los ojos y que es incapaz de manejar conceptos abstractos, ha tenido tal éxito que evolucionó hasta convertirse en el homo cretinus”, había señalado. “Existe el riesgo de que Trump sea elegido. Sería una vergüenza, la consagración del homo cretinus”.

Profesor en Florencia, su ciudad natal, y en las universidades de Stanford, Harvard, Yale y Columbia, escribió ensayos que dieron lugar a grandes debates como “¿Qué es la democracia‘‘ y “Cómo hacer ciencia política”. Su último libro publicado fue “La carrera hacia ningún lugar. Diez lecciones sobre nuestra sociedad en peligro”, distribuido en junio de 2016.

Sartori hizo apariciones televisivas y era columnista del diario Corriere della Sera, desde donde lo definieron como “un polemista cáustico, capaz de combinar la excelencia científica y la eficacia de la comunicación, responsable de la descripción teórica más convincente del sistema político italiano”.

El diario italiano La Stampa lo definió como “el politólogo más importante de Italia: el responsable del nacimiento de la “ciencia política” como una disciplina académica en nuestro país”.

Entre sus obras más comentadas obras se destacaba “Homo Videns. La sociedad teledirigida”, una obra en la que el pensador italiano reflexionaba sobre el poder de la televisión en las sociedades modernas.

Polémico y punzante, se había manifestado en declaraciones a la prensa contra la inmigración en Europa sin un flujo ordenado y ante la actitud de países favorables a la inmigración, como Dinamarca o Suecia.

“No se puede practicar una política de puertas abiertas, como ingenuamente cree alguna izquierda. Está bien hablar de solidaridad, porque los inmigrantes pueden ser un elemento positivo para nuestra economía, pero los flujos migratorios hay que regularlos. Quien entra en Europa debe tener documentos, una identidad segura”, había manifestado.

Como ateo convencido, había criticado al papa Francisco, señalando que sobre el tema de la inmigrantes tenía “su responsabilidad” y era “un gran pícaro”. “Cuando se verificaron las masacres de cristianos en África, él se pronunció demasiado tarde y usando palabras poco consistentes. Y la Iglesia es la trinchera de quienes se oponen al control de la natalidad. Pero el fenómeno de la sobrepoblación es la crisis más dramática de nuestros tiempos. ¿A dónde los ubicamos” ¿Qué diablos les damos para que se alimenten””.

Asimismo, descreía de la integración de musulmanes en sociedades no islámicas, al considerar que “el Islam no tiene capacidad de evolución”. En este sentido, señalaba que “Occidente y sus valores están en peligro porque no se está dando una respuesta adecuada al fundamentalismo islámico”.

Como columnista había afirmado 15 años atrás que se estaba asistiendo a “una guerra inédita con cuatro características: terrorista, global, tecnológica y religiosa”. Lo había afirmado sobre el terrorismo del Daesh: “En una guerra hay que emplear todas las armas que uno tiene a su disposición. Nosotros, Occidente, somos los agredidos, con un terrorismo de una ferocidad que nuestra memoria histórica no recuerda. Además, cuando un hombre-bomba, kamikaze por la fe, se hace explotar en medio de civiles, el enfrentamiento ha llegado al máximo”.

“Caminamos sin ideas sobre cómo progresar con tantos como somos, demasiados”, decía y explicaba que la superpoblación era “el cáncer de fondo de nuestra sociedad”. Era una de sus grandes preocupaciones, a la que le había dedicado “La tierra explota, superpoblación y desarrollo” (2003).

Especialmente crítico con la Unión Europea, aseguraba que aquel conglomerado de 28 países era “un monstruo”, “una entidad muerta” y decía que en su último libro, “La carrera hacia ningún lugar” aportaba soluciones al respecto, porque “Europa necesita un presidente experto en economía”.

Sartori estaba casado con Isabella Gherardi, pintora y fotógrafa, 39 años menor que él, con quien había construido una buena convivencia a partir del “buen humor y de no preocuparse por el paso del tiempo”, según definió el politólogo.

CC

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