22 de Septiembre de 2025 12:21 /

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Xalapa, Ver.- Al inicio del nuevo Gobierno del Estado de Veracruz, Virgilio Torres Ibarra, expriista y duartista, se perfilaba como el viable para ocupar una subdirección en Tránsito del Estado, pero sus pretensiones se cayeron cuando se atravesó la ley Peña y no alcanzó ni la subdirección por asuntos de confiabilidad.

Ahora su refugio está con la alcaldesa electa de Veracruz Rosa María Hernández Espejo a quien al parecer ha convencido de ocupar el cargo que dejó el impresentable Arturo Hernández, hoy subdirector de seguridad en Puebla.

En el puerto jarocho las disputas internas de morena por los cargos en la próxima administración municipal los ha llevado a enfrentarse unos con otros, atacándose entre sí para caer o ascender a la gracia de la que será jefa de gobierno municipal.

Virgilio Torres Ibarra, quien fuera asesor político del Diputado de la 4T que se fue con Pepe Yunes, no escapa a esas pasiones y en reuniones y encuentros de partido, ha soltado de voz propia la versión de que tránsito tendrá un mando naval, pero será él quien defina el rumbo de la agrupación, o de plano la mano que mece la cuna.

Y mientras Virgilio Torres Ibarra se refugia en tránsito del municipio de Medellín con el alcalde del PV Marcos Isleño, tiembla uno solo de pensar que le pueda ocurrir lo mismo que en Tránsito del Estado, cuando la recomendación del poderoso José Luis Peña lo inhabilitó por no pasar los esquemas de confiabilidad.

Para Rosa María Hernández Espejo la decisión es muy complicada, pues allá en el puerto las recomendaciones de la primera morenista del Estado tienen un peso indiscutible y por nada del mundo intentaría poner en riesgo las deferencias que la mandataria le ha demostrado.

El tiempo transcurre en el puerto jarocho y Virgilio Torres Ibarra con reuniones y llamadas intenta echar abajo las animadversiones en su contra que él mismo provocó, destapándose a destiempo como alto mando de tránsito de Veracruz. Y ese pudo haber sido su error.