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Sigue “la mata dando” en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje Número 22 en la capital

15 de Septiembre de 2025 15:57 /

Sigue “la mata dando” en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje Número 22 en la capital.

Por Ricardo Garay

Los abusos y la corrupción en las Juntas de conciliación y arbitraje de México, erosionan la confianza en el sistema de justicia laboral, resultando en procedimientos más tardados y costosos, y sentando un precedente de impunidad que dificulta el acceso a la justicia pronta y expedita para los trabajadores. Esto se manifiesta en negligencia, tráfico de influencias y parcialidad, lo que genera resoluciones injustas que no reflejan una verdadera aplicación de la ley, sino el interés de las partes.

Desgraciadamente, en varias juntas laborales siguen pasando casos de abuso de poder y negligencia y no solo hacia la población que acude a ellas, sino al interior y una de las que ya señalan algunos columnistas es precisamente la Federal de Conciliación y Arbitraje número 22 en Xalapa. Lo contradictorio de este lugar es que por definición debería ser ejemplo para que el trato de quienes ahí trabajan sea impecable y correcto en todos los sentidos, ya que esa es de alguna manera su misión como organización que busca justicia laboral, sin embargo, se sabe que la titular está aplicando todo lo contrario para quienes ahí trabajan, hostigando y ejerciendo un rigor innecesario en quienes le ayudan a que el trabajo que ahí se realiza fluya de la manera correcta. La titular de la junta federal número 22, Cristina Blas Carrillo, así como las y los titulares de todas las juntas laborales y lugares enfocados en la aplicación de justicia para la población, deben de entender que es necesaria una congruencia entre el objetivo de las instancias que dirigen y la forma en que se comportan. Ese es el principio fundamental de cualquier organización, política, social, cultural, administrativa o de cualquier índole. Pero sobre todo, deben de tener claro que estar al frente de una institución no significa convertirse automáticamente en “titulares de la verdad absoluta” y menos del poder absoluto; la labor de todos cuenta y muchas veces las áreas operativas son los que sacan adelante todo el trabajo. No solo son empleados, son colaboradores y en la práctica se vuelven en aliados para el logro de objetivos.

Por último, no olvidemos que la confianza de la ciudadanía en las Juntas de Conciliación y Arbitraje se ve mermada cuando se dan casos de abuso al interior que se salen de control y se dan a conocer, cuestionando su capacidad para impartir justicia imparcial y efectiva. La imagen de las juntas de conciliación y arbitraje está de por sí desgastada por múltiples casos de manipulación de los procesos para beneficiar a ciertas partes, como para agregar que al interior también se dan problemas de abuso de poder. Ojo con este caso que ya comienza a ser un “foco rojo” urgente de atender.

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