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Calentamiento global desestabiliza el Pico de Orizaba: alertan científicos

Foto por: Cortesía / Orizaba, Ver.
Calentamiento global desestabiliza el Pico de Orizaba: alertan científicos
08 de Agosto de 2025 16:58 /
Sergio RamírezOrizaba, Ver.- El impacto del cambio climático en las zonas de alta montaña se manifiesta de forma acelerada y peligrosa, como lo demuestra el caso del Pico de Orizaba.
Científicos dedicados al estudio de la criósfera han advertido que la pérdida de estabilidad del terreno está directamente relacionada con el calentamiento global, el retroceso del glaciar Jamapa y la degradación del permafrost, un elemento esencial para la cohesión de la montaña.
El doctor Víctor Soto, experto en glaciología, detalló que la situación en el volcán más alto de México es crítica. A través de investigaciones de campo junto al doctor Kenji Yoshikawa, han registrado desprendimientos de roca cada vez más frecuentes.
Estos eventos, explicó, no son accidentales ni impredecibles, sino resultado de una cadena de transformaciones que afectan la estructura misma de la montaña.
El permafrost, una capa congelada que estabiliza las laderas, se encuentra actualmente en un estado delicado. En la ladera sur, a una altitud de 5 mil 300 metros, han identificado que esta capa está a punto de alcanzar el punto de fusión, lo que significa que la cohesión entre las rocas se está perdiendo.
Con una capa activa de 55 centímetros que se derrite cada verano, las condiciones de estabilidad se deterioran rápidamente.
Aunque en la ladera norte las temperaturas del permafrost son más bajas, de alrededor de menos 1.8 grados Celsius, eso no elimina el riesgo. De hecho, entre los 4 mil 400 y 5 mil metros también se han detectado importantes caídas de roca.
Esto demuestra que el proceso de degradación se está extendiendo incluso en zonas antes consideradas más estables.
Ante este panorama, el científico consideró necesario que se tomen medidas concretas para proteger tanto a los visitantes como a la propia montaña.
Recomendó crear protocolos de seguridad y zonas de advertencia, así como campañas de información para alpinistas, especialmente aquellos sin experiencia, quienes pueden subestimar los riesgos del ascenso en un entorno cada vez más frágil.