David Gustavo León
Justicia con sentido

Justicia digital: oportunidad histórica para acercar los tribunales al ciudadano

16 de Mayo de 2025

Justicia con sentido


La justicia en México carga con una imagen que a muchos les resulta frustrante: papeles acumulados, filas interminables, trámites confusos, oficinas lejos de casa. Para la mayoría de las personas, ir a un juzgado es enfrentarse a un laberinto lleno de tiempos muertos, ventanillas y, muchas veces, indiferencia.
Sin embargo, hoy tenemos frente a nosotros una oportunidad histórica para transformar ese panorama: la justicia digital.
La pandemia por COVID-19 nos enseñó que la tecnología puede ser aliada de actividades que antes veíamos imposibles de hacer a distancia: trabajar, estudiar, atender consultas médicas, hacer pagos y trámites. ¿Por qué no aprovecharla para acercar la justicia a la ciudadanía?
¿Qué significa justicia digital?
La justicia digital no es solamente “poner computadoras en los juzgados”.
Es un cambio profundo en la forma de gestionar los asuntos judiciales:
a) Presentación de demandas electrónicas.
b) Consulta de expedientes en línea.
c) Notificaciones digitales.
d) Audiencias virtuales.
Esto significa que las personas pueden acceder a la justicia sin necesidad de recorrer largas distancias, perder horas de trabajo o gastar dinero en traslados.
Significa que un campesino, una madre soltera o una persona con discapacidad no tendrían que cruzar medio estado para entregar un documento o escuchar una resolución.
Las ventajas son muchas:
a) Reduce tiempos y costos.
b) Permite mayor control y transparencia,..
c) Facilita el acceso a quienes viven lejos de las capitals
d) Mejora el monitoreo de plazos y evita extravío de expedientes.
e) Descongestiona oficinas físicas.
Además, puede abrir un espacio para la ciudadanía: imaginemos poder consultar el avance de nuestro caso desde un teléfono celular, recibir notificaciones de cambios importantes o incluso tener asesoría en línea para quienes no pueden pagar un abogado.
Los retos que no podemos ignorar
Pero hay que decirlo claro: la justicia digital no puede ser un privilegio solo para algunos.
No podemos repetir el error de la educación en línea, donde quienes no tenían internet ni computadora quedaron fuera.
Para que la justicia digital funcione, necesitamos:
a) Garantizar cobertura de internet en zonas rurales.
b) Crear espacios públicos con acceso gratuito a computadoras,.
c) Capacitar al personal judicial y al público en el uso de plataformas.
d) Diseñar sistemas amigables, sencillos y accesibles, especialmente para personas adultas mayores o con discapacidad.
Además, debemos proteger los datos personales de quienes participan en los procesos. La tecnología no puede poner en riesgo la privacidad ni convertir la justicia en un espectáculo mediático.
Reflexión final
La justicia digital es una herramienta poderosa, pero como toda herramienta, depende de cómo se use. Puede acercar los tribunales a la gente, acortar distancias y democratizar el acceso a los derechos.
Pero si no se implementa con cuidado, puede convertirse en una nueva barrera de exclusión para quienes ya enfrentan desigualdades.
Estamos frente a una oportunidad histórica. Aprovechémosla para construir puentes, no muros.
Porque una justicia moderna no es la que usa tecnología por moda, sino la que usa tecnología para ser más humana, más cercana y más justa.

OTRAS ENTRADAS

David Gustavo León
Justicia con sentido