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'Les Cedres', la casa más cara del mundo

03 de Noviembre de 2017 11:27 /

Es, de momento, la propiedad inmobiliaria más costosa del mundo. La histórica villa «Les Cedres», en Saint-Jean-Cap-Ferrat, en la Riviera francesa, sale a la venta por 350 millones de euros, de la mano de la firma inglesaSavills. Y uno se pregunta si el precio es demasiado elevado cuando hay relojes como el «Breguet Grande Complication Marie Antoniette», valorado en 30 millones, o yates como el «Eclipse» de Roman Abramovich, por el que el magnate ruso desembolsó 340 millones de euros.

La espléndida mansión de Cap Ferrat fue levantada en 1830, con una superficie de 1.672 metros cuadrados, en una finca de 14 hectáreas, con jardines y huertos. La variedad de sus especies –hay olivos con 300 años de antigüedad– hacen del lugar uno de los 10 jardines botánicos más importantes del mundo y, desde luego, el más destacado en manos privadas. Sus 14 habitaciones y sus muchos salones, con paredes enteladas, techos artesonados, molduras originales y arañas de cristal conviven con una biblioteca que conserva mas de 3.000 volúmenes, entre los que figura un códice de Botánica del siglo XVII, que está también a la venta, así como alfombras, cuadros y parte del mobiliario de la villa (hay piezas que se pueden adquirir, aunque fuera del precio de venta).

Recreo de la aristocracia

Según cuenta a ABC Alex Balkin, directivo ejecutivo de Savills-Riviera Francesa y Alpes Franceses, «se está notando un interés creciente por las grandes casas de lujo en esta zona, promovidas por inversores internacionales que apuestan por el mercado francés gracias a la confianza que suscita el gobierno del presidente Macron». Los compradores que se están decantando por estas localizaciones vienen del norte y del este de Europa, de EE.UU. y del Medio Oriente. También los hay de nacionalidad británica. «El Brexit y la inestabilidad alrededor del Golfo están promoviendo inversiones inmobiliarias en esta zona, que se ha mantenido como un mercado de primer orden desde 1850, cuando la Riviera fue descubierta por la aristocracia mundial».

Históricamente estas casas fueron un valor seguro y revalorizable y, desde siempre, los grandes inversores incluyeron estas propiedades de primer orden en sus carteras, pues era sabido que «una buena propiedad, en un buen sitio, es garantía segura de inversión».

Hoy, prosigue Balkin, el perfil del comprador es mucho mas joven. «Casi todos son tecnológicos, conectados y permanentemente metidos en las redes sociales. Solo consideran las propiedades prime y super-prime y les atrae, sobre todo, lo relativo a localización, las vistas, el diseño y el tamaño». «Le Cedres», desde luego, cumple el canon.

CC

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