Cultura

Abren subasta anónima en la feria Art Basel Miami

01 de Noviembre de 2017 15:29 /

Los artistas mexicanos y latinoamericanos tendrán una plataforma propia para la venta de su obra en el marco de la feria Art Basel Miami, en diciembre próximo. Se trata de una subasta en la que la identidad del autor queda anónima hasta conseguir un comprador. El valor agregado del remate es que los 25 lotes en oferta son inéditos o producidos ex profeso, y tienen un mismo precio de salida: cinco mil dólares.

El proyecto titulado Anónimo nació en 2015 con la apuesta de crear un puente entre creadores de trayectoria media con coleccionistas nacionales e internacionales.

No se trata, explicó la fundadora Alejandra Martínez, de una subasta emergente porque los artistas ya tienen presencia en galerías y museos, pero sí sirve como un encuentro más cercano entre compradores y vendedores. Sin filtros ni restricciones para participar, señaló.

Además, para la directora, en el contexto de incertidumbre económica por la presidencia de Donald Trump, esta plataforma ofrece confianza a nuevos coleccionistas.

Yo creo que en términos de mercado de arte el año pasado fue difícil porque recién fueron las elecciones estadunidenses y todos estaban en shock con el triunfo de Trump pero creo que para este año el mercado mexicano tiene la ventaja de que la calidad es impresionante versus los precios en el mercado”, refirió Martínez en entrevista sobre la subasta que se realizará el 8 de diciembre en The Bass Museum.

Anónimo se convirtió en una plataforma donde no tienen este temor de acercarse. De alguna manera no hay falla de que encontrarán algo que les guste, además del valor de que todas las piezas son nuevas o nunca se han vendido, y en ese sentido hay más oportunidades de iniciar una colección propia”, apuntó.

Un curador –este año colaboró Humberto Moro– hace una selección de artistas a quienes propone producir una pieza nueva para su venta exclusiva, o rematar alguna inédita de su estudio. Las técnicas pueden variar desde pintura y escultura hasta fotografía, video o instalación, y el tema es libre. El título de la obra y el autor se hace público hasta que se logre su venta al mayor costo con la intención de que el coleccionista no compre una “marca-artista”, sino que se interese por el objeto en sí mismo.

Es un ejercicio que va más allá de vender la obra como mercado clásico, es tener una intención discursiva en las piezas. La estrella aquí es el objeto no el artista”, añadió Martínez que recalcó que en 2015 y 2016 se vendieron los 30 lotes, todos con un precio de salida mínimo de tres mil dólares.

Para este año se propuso crecer el costo inicial a cinco mil dólares; el 30 por ciento del precio final de venta de cada obra es para el artista. Además del total de los fondos recaudados, el 20 por ciento se destinará a fundaciones en México que ayuden a damnificados por el terremoto del 19 de septiembre, y en Puerto Rico por el huracán María. Los años anteriores el mismo porcentaje se entregó al Hogar Cabañas y The Art Nexus Foundation.

En la tercera edición repiten su participación Pedro Reyes, Gonzalo Lebrija, Manuel Tovar, Cynthia Gutiérrez, Javier M. Rodríguez; se suman además Adrián S. Bará, Carlos Betancourt, Daniel Guzmán, Erick Meyenberg, Ignacio Uriarte, Jorge de la Garza, José Dávila, Martín Soto Climent, el colectivo Tezontle, entre otros. En el catálogo de obra no se específica cuál es el lote de cada artista, sólo una descripción de su técnica.

Si bien el proyecto aprovecha la efervescencia que genera Art Basel Miami, Martínez señaló que entre compradores internacionales hay un interés genuino por la producción latinoamericana, y, en particular, la mexicana; no sólo en arte contemporáneo sino en cualquier otra expresión cultural

Se percibe una expectativa alta por la cultura en general, desde la comida hasta el cine, la música, y ahí entran los artistas plásticos. Es por la calidad de las obras que frente a los precios internacionales se cotizan bien”.

Martínez especificó que el perfil de los creadores que le interesa a Anónimo es el artista latinoamericano con una carrera consolidada, pero aún al alcance de coleccionistas emergentes. Así la subasta responde a un mercado primario en cuanto a compradores y obras, pues éstas salen por primera vez al circuito. A ello se debe que el curador colabore directamente con el artista para producir la obra, principal diferencia con las subastas tradicionales.

Se genera este ejercicio de producir la pieza que nos van a dar en venta a partir de una conversación, y eso hace mucha diferencia con las subastas habituales porque la idea es que aquí las piezas hablen por sí solas y hemos tenido joyas únicas, pinturas o instalaciones que no van hacerse otra vez”, añadió quien en 2016 también promovió el proyecto Indocumentados para llevar a Miami producciones de arte, diseño, gastronomía y entretenimiento.

Para los próximos años, Anónimo podría convertirse en un proyecto itinerante: “Dependiendo de cómo nos vaya este año, tenemos invitaciones para llevarnos el contenido del proyecto a otras ciudades de Estados Unidos, y sería el paso que sigue para exportar arte mexicano”.

CC

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