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Le Silla, otoño y sofisticación
Foto por: Loffit / Xalapa, Ver.
Le Silla, otoño y sofisticación
Foto por: Loffit / Xalapa, Ver.
Le Silla, otoño y sofisticación
Foto por: Loffit / Xalapa, Ver.
Le Silla, otoño y sofisticación
10 de Agosto de 2017 13:33 /
Le Silla nació hace 20 años y se presentó sobre 10 centímetros de tacón, desde entonces ha reinventado los zapatos de mujer cada temporada e incluso, en algunos modelos, ha moderado aquel escandaloso tacón pero no ha cejado en su empeño por calzar a la mujer urbana y moderna con la sofisticación y artesanía italiana que merece.La exclusiva firma italiana presenta ahora sus propuestas de otoño e invierno y nos seduce a través de cada uno de sus modelos, algunos terriblemente vanguardistas e innovadores, otros con un punto (sólo uno) más clásico y todos con ese atractivo irresistible que sólo los productos artesanales pueden mostrar.
Plataformas de escándalo, stilettos, charoles y terciopelos, botas de caña baja, media, alta y hasta de largo mosquetero, lazos en el empeine y en el tobillo, tacones lisos o muy trabajados, incluso con pedrería, zapatos y botas de inspiración pasada, como los de una reina o un rey del S.XVIII y todo ello en materiales de primera calidad y en la exclusiva calidad de la manufactura del calzado italiana.
Claro que no toda la sofisticación se sube a tacones de infarto, también la hay a ras de suelo, en botas militares decoradas con tachuelas colocadas geométricamente o en botas de trekking cubiertas de bellos cristales, incluso en zapatillas de running… y satén.
Oro, cobre, negro, plata, rojo, granate, azul y amarillo, nada en Le Silla es fruto de la casualidad, tampoco su elección de los colores, que es también muy elegante y otoñal.
El único punto de dolor que tienen los espectaculares zapatos de Le Silla está lejos de sus hormas y sus tacones, está en su etiqueta… en su precio; el más económico de los modelos de esta temporada no te costará menos de 516 euros, es su salón clásico tipo stiletto.
No será una inversión pequeña pero recuerda que quien tiene un Le Silla… tiene un tesoro.
CC
