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Adiós al Fray Nano; últimos partidos de los diablos

05 de Agosto de 2017 09:47 /

Cuando en 2014 se anunció el regreso de la Fórmula 1 al Autódromo Hermanos Rodríguez, se pensó que se trataba del fin del beisbol profesional en la Ciudad de México. La remodelación del estadio Fray Nano, que este fin de semana vivirá sus últimos juegos del rol regular, hizo posible que la capital no se privará del rey de los deportes durante los últimos tres años.

Ante la incertidumbre por que el Foro Sol, sede de los Diablos Rojos del México del 2000 al 2014, ya no iba a poder seguir recibiendo partidos de beisbol, el 3 de agosto de 2014 Alfredo Harp Helú, dueño del equipo, anunció que construiría un nuevo parque, que se iba a levantar en la Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixhuca y dijo que, en lo que estuviera listo, se acondicionaría una sede alterna por dos temporadas.

Semanas después trascendió que el Fray Nano, de la colonia Jardín Balbuena, sería la sede alterna. La construcción del nuevo parque tuvo contratiempos (estará listo para abril de 2018), por lo que los Diablos tuvieron que jugar tres años en un espacio que, de inicio, recibía menos de 5 mil fanáticos. Su máxima capacidad la alcanzó en los juegos de pretemporada de Grandes Ligas de la primavera de 2016, entre San Diego y Houston, con cerca de 7 mil aficionados.

"Estoy muy agradecido con este parque, con la directiva que hizo todo lo posible para que jugáramos aquí, porque nos acercó muchísimo a la afición”, dijo Iván Terrazas, capitán de los Diablos. “El Foro Sol era un parque grande y distante de la gente, aquí aprendimos a tener otro contacto con el aficionado, a ver el beisbol de una forma diferente”.

Sergio Padilla, uno de los aficionados más fieles en las tribunas, aseveró: “Hemos disfrutado mucho este estadio porque es muy acogedor, se respira un ambiente muy familiar. Aquí estamos cerca todos los aficionados, de los peloteros, y creo que sí lo vamos a extrañar”.

La salida de los Diablos del Foro Sol también significó, de manera provisional, volver a jugar sobre pasto natural.

"Cuando llegamos al Fray Nano eso fue lo que más nos gustó. El olor al césped recién cortado siempre va a ser muy especial, y cuando regresamos y lo tuvimos aquí vaya que lo agradecimos”, señaló el manager Miguel Ojeda, quien dirigió la primera y la última temporada de los pingos en el estadio Fray Nano.

El tercer partido de la serie de Diablos ante Vaqueros es el domingo, será probablemente el último juego de la Liga Mexicana que se dispute en este recinto, pues los escarlatas tienen muy pocas posibilidades de ir a playoffs. “Nos hubiera gustado que el recuerdo de este estadio hubiese sido mejor. Al menos vamos a buscar darle una despedida decorosa”, dijo Ojeda.

Diablos jugará en este estadio la temporada de la Liga Invernal a partir de octubre, y después de eso pretenden utilizarlo para el desarrollo del beisbol en la capital.

"La idea es invitar a ligas, asociaciones, tener aquí finales de torneos infantiles y juveniles”, dijo Carlos Fernández, gerente de difusión.
El Fray Nano es la cuarta sede del Diablos, y podría ser la única donde no lograsen alzarse con al menos un título.


PP

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