Celebridades
Marilyn Monroe, una actriz nada tonta

Foto por: Loffit /
Marilyn Monroe, la actriz que no era tonta
01 de Junio de 2017 10:50 /
Sexy, sofisticada, sugerente, seductora, impulsiva, elegante, romántica, sensual, atrevida, descarada, inquieta, revoltosa, provocadora… Norma Jeane Mortenson nació en Los Ángeles el 1 de junio de 1926 y fue Marilyn Monroe, el mayor sexsymbol que ha dado Hollywood. Su infancia fue caótica y difícil porque su madre no podía hacerse cargo de ella y su custodia dio tumbos entre unos y otros, no alcanzó nunca una estabilidad familiar y a los 16 años, para evitar acabar en un orfanato, se casó. Ella tenía 16 años y su marido, 21.Desde entonces dejó de estudiar dedicándose a ser buena esposa y buena ama de casa. Hasta que la conoció un fotógrafo y llegaron sus primeros trabajos como modelo y, tras ellos, el divorcio, los casting, las primeras películas… A Marilyn nunca la dejaron salirse del estereotipo de rubia tonta cuya única meta es la de agradar a los espectadores como las esposas de los cincuenta debían agradar a sus maridos. Pero Marilyn era actriz, cantante, esposa, poeta, activista y filántropa. Marilyn se esforzaba por profundizar en la caracterización de sus personajes mediante clases de interpretación, aunque luego los directores simplificaban sus papeles.
Además era una lectora empedernida –tenía una biblioteca con 400 volúmenes de primer nivel en la que no faltaban Lorca y Alberti-, admiraba la literatura rusa, escribía poesía, participó siendo una estrella en varias huelgas convocadas por los profesionales de menor rango de Hollywood, mantuvo una constante lucha con los estudios para conseguir papeles interpretativos de mayor profundidad -llegando a crear su propia productora-, y aunque nunca recibió un premio Oscar, recibió numerosos premios internacionales por sus interpretaciones.
Su inestabilidad emocional y un éxito que nunca supo encajar del todo la acompañaron hasta el trágico fin de su vida, su legado -su carrera y lo que representó como celebrity– late fuerte todavía a día de hoy. Lee Strasberg, creador del Actor’s Studio de Nueva York y profesor de arte dramático de Marilyn, dijo en su funeral: Lamento mucho que el público que la amaba no haya tenido la oportunidad de verla como nosotros la vimos, en muchos papeles que permitían vaticinar lo que habría llegado ser. Sin duda alguna, habría sido una actriz de teatro de las grandes. Y es que la Monroe no era tonta por más que se tiñese de rubia y, para muestra, recopilamos hoy alguna de las cosas que dejó dichas.
CC