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Chris Roberson lleva a México en el corazón; feliz de representar al país

23 de Febrero de 2017 11:54 /

En una época en la que muchos estadunidenses han manifestado repudio hacía el país, el pelotero Chris Roberson expresa su profundo amor por México, donde ha forjado su trayectoria profesional y cuyos colores defenderá en el Clásico Mundial de Beisbol.

Roberson, nacido en California, llegó a México por primera ocasión hace 12 años para jugar en la Liga Mexicana del Pacífico. Desde entonces ha estado ininterrumpidamente en este circuito y desde 2010 también forma parte de la Liga Mexicana de Beisbol.

“Tengo un gran agradecimiento a este país, porque me permitió alargar mi carrera cuando en mi país (Estados Unidos) parecía que ya no tenía nada que hacer en el beisbol profesional. Tengo todo mi agradecimiento para el beisbol de este país y para toda la gente, que me tratan como uno si fuera uno de ellos”, dijo Roberson, quien ha representado a la novena mexicana en Series del Caribe en seis ocasiones.

Antes de llegar al país, Roberson ya tenía muy claro qué era la cultura mexicana. Creció en la área norte de la bahía de San Francisco, en la comunidad de San Pablo, donde, además de afroamericanos, hay gran presencia de mexicanos. Además, en su tiempo de estudiante, tuvo un profesor que le platicó mucho del contexto de nuestra nación.

“Yo sabía bien qué era México. Desde antes de llegar tenía un gran respeto por este país porque conocía aspectos de su cultura, de su comida y me gustaba mucho”, explicó vía telefónica. “No lo veía como un desierto. Sí, conocía los estereotipos, las películas de vaqueros, Speedy González, pero no me lo imaginaba así antes de venir”, señaló el pelotero, quien se perfila como jardinero de la novena tricolor y que jugó por primera ocasión en 2005, con Hermosillo.

Roberson recuerda que el único objetivo de su primer viaje a México fue uno: aprender a batear los lanzamientos rompientes, para buscar debutar, el siguiente año en Grandes Ligas. Cumplió su misión; tuvo una buena temporada al batear arriba de .300 de porcentaje y al siguiente año debutó con los Filis de Filadelfia.

“Me sugirieron batear aquí para ver lanzamientos rompientes. Al día de hoy sigo pensando que en México es la parte más difícil de batear en el mundo. Tienen muchas curvas, cambios, no sabes cuando viene la recta, es muy difícil encontrar un ritmo bateador así”.

El pelotero de 37 años jugó 85 partidos entre 2006 y 2007 con los Filis, sin embargo, no se consolidó en Grandes Ligas. Después de una temporada en Triple A de los Diamantes llegó a los Sultanes de Monterrey en 2010, para quedarse de tiempo completo en el país.

Aquí conoció a Yaneth, con quien se casó y formó su familia, que ya tiene a dos miembros más. El 8 de febrero, tras su participación en la Serie del Caribe, y después de conseguir su tercer campeonato en el beisbol mexicano, recibió una gran noticia al ser seleccionado para el Clásico Mundial representando al país donde se convirtió en figura.

“Cuando me llamaron para avisarme quería gritar, salir corriendo. Es especial representar a este país, que me ha dado tanto, en el Clásico Mundial de Beisbol”.


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