Metrópoli
Francisco L. Carranco

Se repone la PGR dictan vinculación a proceso y prisión preventiva a Duarte

24 de Julio de 2017

Francisco L. Carranco


Sábado tenso en el Reclusorio Norte. Así fue la segunda audiencia, de Javier Duarte de Ochoa, ante el Juez de Control, Gerardo Moreno, y que tuvo a los fiscales de la PGR, a todo el sistema PRI, al propio Gobernador Yunes y, a todos los mexicanos, en la expectativa de lo que pudiera pasar ante la sorpresiva reacción del exgobernador durante su primer encuentro con las autoridades federales, apenas hace unos días.

Más de 11 horas pasaron para que, por fin, el juez Gerardo Moreno, luego de escuchar los alegatos del Duarte y su abogado defensor Marco Antonio Del Toro y descargar los 82 datos de pruebas que, los seis fiscales, llevaron para acreditar la culpabilidad del ex gobernante de Veracruz que bajo la propia afirmación que él no tienen propiedades a su nombre, pretendió ser exonerado y salir limpio de las imputaciones hechas por la Procuraduría General de la Republica.

Claro quedó la habilidad del abogado Del Toro Carazo y el propio Duarte para demostrar la fragilidad del sistema judicial y de procuración de justicia, que con un discurso fuerte sometió a los fiscales, en la primera audiencia, para casi convencer al juez de control de su “irreverente inocencia”, pero, afortunadamente no fue suficiente.

Exhibida la parte acusatoria como una institución irresponsable, que llegó a una audiencia sin la debida preparación y gracias a que la defensa pidió ampliar el término para la presentación de las pruebas, fue que los fiscales, la propia Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) y su titular, Alonso Israel Lira Salas, se apersonaron para confrontar al acusado y su equipo de abogados defensores.

A pesar de que toda la carne estaba en el asador por parte de los fiscales, el juez, deshecho varios de datos de prueba que no estaban suficientemente sólidos para determinar la culpabilidad de Duarte en los delitos que se le imputan.

Las horas avanzaron y como si fuera un partido de “ping-pong”, los involucrados expusieron lo mejor de sus argumentos y, poco a poco, las pruebas exhibieron la culpabilidad de Javier Duarte, aunque este intento repartir culpas y mencionó a varios de sus amigos-cómplices como los culpables del saqueo del erario veracruzano.

Las pruebas fueron contundentes, se exhibió la red tejida desde la cúpula del gobierno estatal para la creación y operación de las empresas fantasma, aparecieron nombres de cómplices, operadores, amiguitas del ex gobernante con privilegios y los cerebros que orquestaron el peor saqueo de que se tenga memoria en este país.

Como atenuante en el proceso de descargo de pruebas los defensores mencionaban que las cifras no eran claras porque el ministerio público no las tenía correctas, sin embargo, si así fuera un peso robado a los veracruzanos la aplicación de la Ley contra el ladrón debe ejecutarse y condenar a aquel que abusó de tomar lo que no es suyo.

En estos momentos es tanto el dinero, robado, malversado, desviado, mal gastado, que no hay como los maestros, un dato que demuestre cual es todo el dinero que se llevó la gavilla de Javier Duarte.

Finalmente, Javier Duarte, quedó preso por orden del juez federal que consideró que las pruebas presentadas implican responsabilidad para Duarte que queda en presión preventiva mientras las investigaciones.

La prisión preventiva se aplica al acusado de un delito mientras se lleva al cabo la investigación o juicio en su contra; la medida es justificable porque se presume que, Duarte, vuelva a huir y, como lo demostró, en la primera audiencia pueda entorpecer las investigaciones que se le siguen.

Además, la prisión preventiva considera otro supuesto para obsequiarla y que es la alta probabilidad de que el imputado, en este caso Javier Duarte de Ochoa, sea culpable de todas acusaciones que se investigan, en el ámbito federal y el estatal.

Por lo tanto, Duarte, se queda a esperar dentro de una prisión los tiempos para su juicio y este será, quizás, hasta después de las elecciones del 2018, al menos que, el proceso electoral necesite de escándalos y ventilar información comprometedora desde el apoyo millonario al PRI, al actual gobierno federal hasta si hubo apoyo o no para López Obrador.

Que tan severa o dócil será la justicia cuando un sistema priístas tendrá que juzgar a un “militante” del mismo partido, y lo resalto en comillas porque Duarte y muchos de sus cómplices no son priístas sino benefactores del PRI y sus padrinos y, claro, sin convicción se dedicaron a desfondar el erario público, causándole un gran boquete a la ideología del PRI y a los propios priístas que cuando ganan en una contienda electoral ganan dejando los pelos en la cerca.

La fe de Osorio Chong y las componendas de la PGR, convencieron al Juez de que las pruebas presentadas son suficientes para emprender el largo juicio a Javier Duarte, el icono de la corrupción priísta y máximo representante de lo que los hombres en nombre del PRI pueden hacer contra México.

´Ora si, como pudiera decir el secretario de gobernación, por eso de los actos de fe, que nos agarren confesados para soportar esta y otras crisis…

Suburbio 1
16 ex gobernadores enfrentan algún tipo de proceso, andan en fuga están escondidos, presos o en investigación, lo que deja en claro es que son el nivel de gobierno donde se gesta la corrupción de la política mexicana, en todas las manifestaciones conocidas y las que nos faltan de conocer.
fl.carranco@gmail.com