Metrópoli
Francisco L. Carranco

Quitan a Clementina de la Sefiplan

17 de Julio de 2017

Francisco L. Carranco


Muy al estilo del Gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares, fueron removidos de sus cargos la Secretaria de Finanzas y el Contralor General del Estado, bajo escasas medidas de información, es decir que, por lo contundente de la decisión, la acción tomada por el gobernante es equiparable a un cese de funciones de los servidores públicos, principalmente de una, que se retira del gobierno estatal.

Específicamente el cambio de la Secretaria de la Sefiplan de, Clementina Guerrero García, la cual no hubo acto protocolario en la transición de los bártulos de esa importante Secretaria que administra los dineros, la deuda y escases de los recursos económicos públicos y, que desde el principio de su gestión, se conflictuó con varios personajes de la política veracruzana: alcaldes, diputados, secretario de despacho estatal y proveedores del estado de todo tipo, provocando fuerte presión hacia el ejecutivo estatal.

Siendo la mujer fuerte de las finanzas, el poder que adquiere es, en ocasiones, superior a la de cualquier funcionario, por ello y con el pretexto de administrar los bienes en un periodo de crisis le otorga más fortaleza porque, además, manejando la información privilegiada puede desde administrar una plaza estatal hasta favorecer tal o cual pago y a quién.

La ex funcionaria de la UV y ahora del gobierno estatal, duró poco más de ocho meses, se recordará que inició sus funciones comandando el equipo de transición del actual gobierno y recibió el nombramiento de Flavino Ríos, en ese entonces gobernador sustituto de Duarte, y sustituyendo a Antonio Gómez Pellegrin.

La famosa “Tula Guerrero”, como se le conoce en el otro Gobierno, el que opera en las Lomas del Estadio, llegó, a Sefiplan, con un aceptable currículo generado en su paso por la Universidad Veracruzana, desde un modesto puesto dado por el Rector, Roberto Bravo Garzón, hasta la Secretaría de Finanzas, con Sara Ladrón de Guevara, donde le tocó administrar la crisis de la institución y las actividades del ejercicio laboral y académico de la UV, aún, con el boquete financiero provocado por el ex gobernador Duarte que ordenó un desvío de recursos destinado a la “licuadora” o a la “abundancia de la familia” vaya usted a saber, por la gavilla del Cerro de la Galaxia, dicen.

La, ahora, ex secretaria de finanzas, en su breve gestión, ejerció, dicen, una escrupulosa administración de recursos en los general, con razón o sin razón, que la llevó a dilatar instrucciones y hacer quedar mal al Estado al no resolver los compromisos contraídos con algunos deudores y representantes sociales.

Uno de los problemas financieros que se volvieron políticos fue la confrontación con los diputados que le exigieron, desde los ajustes al presupuesto que actualmente se ejerce hasta su comparecencia ante el pleno para que explicara la retención de las participaciones a los alcaldes, que en dos ocasiones, dejó plantados con los diputados en el Congreso, aunque dicen que hay presidentes municipales que si recibieron su parte en tiempo y forma.

Clementina le apostó a la dilación, una característica de la administración universitaria, donde el cumplimiento de las instrucciones, la aplicación inmediata de los acuerdos y el acatamiento de las órdenes se toman con calma y se instrumentan si el horario estatuario lo permite, es decir, si al funcionario universitario le da tiempo en su jornada laboral.

Con esa simplicidad administrativa en la Sefiplan, la Tula Guerrero, dilató a los diputados los montos de la deuda pública estatal, lo que demoró el diagnóstico de la Comisión de la Verdad, sobre el moto real de la deuda generada en los últimos sexenios. Aún no se sabe cuántos millones andan bailando.

Muchas son las supuestas acciones de la ex secretaria de Sefiplan, pero, sobresalen la dilación y displicencia, hacia los diputados locales, alcaldes y vaya usted a saber si también con el que manda en el estado.

El Congreso, aún no tiene la información, en su totalidad, de las contrataciones de dos créditos para el pago de nómina y aguinaldos de diciembre; la deuda por un monto millonario a los alcaldes por participaciones federales y la justificación de la reestructuración de la deuda pública.

La medida del recorte de personal anunciado en junio, entre otras medidas administrativas, por la Sefiplan, es una medida considerada nuevamente, como una acción antipopular que traerá consecuencias políticas, porque es aumentar el índice de desempleo en la entidad, en la antesala de un proceso electoral importante que, puede generar, como se vio en la elección pasada, que el voto se vaya en contra del partido que llevó a al actual gobernante al poder.

Dos aspectos para consideración son el reciente informe de la Auditoria Superior de la Federación, el cual advierte al Gobierno Estatal de la inobservancia de la disciplina financiera lo que representa junto con la intención de individualizar las cuentas del IPE una mayor responsabilidad en la práctica de la gestión de la Tula que, obligó, incluso, a Hilario Barcelata, director del Instituto de Pensiones a deslindarse de esa intención, puesto que esa institución no comparte la propuesta de la ex Secretaria.

Y salvo su mejor opinión, estimado lector y, la forma en que se dio, podemos suponer que la ida de Clementina, no fue de todo satisfactoria, pues no asistió al relevo del nuevo Secretario, Guillermo Moreno Chazzarini, rompiendo el protocolo, ya que cuando ella asumió la titularidad de Finanzas, tuvo todo el respaldo estatl y esto incluyó el adiós de Antonio Gómez Pellegrin.

Y cuando la forma es fondo, surgen todas las especulaciones y responsabilidades, ya se verá, por lo pronto, también, trascendió que la reina del Cerro de la Galaxia, estaría viajando al viejo continente a estudiar en una Universidad de España; lo que no le permitió ir a su relevo con Guillermo Moreno Chazzarini, Secretario de Finanzas y Ramón Tomás Alfonso Figuerola Piñera, como Contralor General del Estado de Veracruz.

fl.carranco@gmail.com